No ganó Argentina, perdió Colombia y parecía que tampoco festejaría Brasil, en Temuco, en su debut en el Grupo C frente a Perú. Sin embargo, cuando parecía que el 1-1 era definitivo, el equipo de Dunga encontró el alivio con una lucida jugada de Neymar que Costa transormó en el 2-1. El miércoles, la Verdeamarela se medirá con el conjunto de José Pekerman –que cayó 1-0 con Venezuela-, mientras que el jueves los de Gareca chocarán con la Vinotinto.
Como si continuara atormentado por el 7-1 del Mundial, Brasil entró dormido. David Luiz le dio un débil pase atrás a Jefferson, el arquero la embarró cediendo a medias para un lento Dani Alves y Cueva, vivo y despabilado, leyó bien la jugada, interceptó y no perdonó.
Sin embargo, reaccionó enseguida Brasil. No se dejó derrumbar. Centro de Dani Alves al corazón del área y Neymar, totalmente solo, le puso la cabeza al 1-1. Gol 100% culé.
Demasiado light la marca de las dos selecciones. La dinámica del ida y vuelta ponía en evidencia lo mal que marcaban en retroceso. Neymar tuvo un par de oportunidades claras y Guerrero también se animó de lejos para Perú, que intentará lograr su tercera Copa América tras las conquistadas en 1939 y 1975.
Con el correr de los minutos, Brasil empezó a manejar la pelota y la figura de Neymar cobró más relevancia, incluso con algunos lujos. Más vertical y utilizando más el centro que las bandas, Perú se basó en Guerrero pivoteando para Lobatón o Farfán para llegar con peligro al área de Jefferson.
Interesante primer tiempo y vibrante complemento. Porque Brasil lo fue a buscar, porque Perú no se conformó y porque Dunga y Gareca demostraron ambición para ganarlo. Las mejores chances fueron para la Verdeamarela, que ganó la Copa América en ocho ocasiones. Neymar le sacó chispas al travesaño con un buen remate de media distancia y Willian no pudo concretar adentro del área.
De contra, sobre los 30, el ingresado Costa definió sin precisión y demoró en darle el pase a Neymar. Era clarísima. Se consumía el partido y moría en empate, hasta que Neymar (¿quién si no?) se inspiró y dejó solo a Costa, que esta vez no falló y decretó una victoria que parecía inesperada. Así, Dunga estiró a once sus triunfos consecutivos y apaciguó la ola de cuestionamientos a un equipo neydependiente.