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La entrega, dedicación y gran compromiso que durante 28 años mantuvo la maestra Rosa Luz Palomera Ibarra con la educación de Puerto Vallarta, fueron reconocidos por el presidente municipal, Arturo Dávalos Peña, quien participó en la emotiva ceremonia de jubilación que autoridades educativas, maestros y la comunidad de la escuela Club de Leones, ofrecieron este viernes a la querida profesora.
En su mensaje, el alcalde recordó que Puerto Vallarta se cimienta en el trabajo de miles de mujeres y hombres que construyeron este próspero municipio, y de manera especial, en el legado que las maestras y maestros han dejado en muchas generaciones, como lo ha hecho la maestra Rosa Luz.
“Este evento es algo más que un reconocimiento por 28 años de trayectoria que por supuesto son un gran motivo de orgullo para todos los vallartenses. Es reunirnos a reconocer el invaluable legado que la maestra Rosa Luz está dejando en las aulas de esta emblemática escuela Club de Leones”, indicó.
Agregó que la maestra ha dejado ya una importante huella en la historia de nuestra ciudad, ya que ha trabajado con dedicación, profesionalismo y entrega diaria para que cientos de niñas y niños sean generaciones exitosas; ha contribuido a formar mujeres y hombres de bien, preparados en valores y, sobre todo, con amor a esta tierra, a la justicia y al respeto de sus semejantes.
Arturo Dávalos, enfatizó además que su gobierno está convencido de que el crecimiento y construcción de un mejor futuro está en las aulas “y en el corazón que le pone cada maestro a su trabajo; por eso, adicional al programa de Seguros Médicos Escolares para Maestros, buscamos apoyar en todo lo que podemos los planteles educativos, porque una mejor infraestructura también nos beneficia”.
Como parte de esta ceremonia, la hija de la profesora Rosa Luz, Mileva de Jesús Rolón Palomera, dio lectura a la biografía de la maestra oriunda de esta ciudad, quien desde temprana edad eligió la docencia sobre otras ocupaciones, “por considerarla una noble y hermosa labor, una tarea que se hace desde la razón y desde el corazón”.
El 1 de enero de 1991, obtuvo su primer nombramiento en la escuela Basilio Vadillo, turno vespertino, renunciando al mismo para aceptar el de la escuela primaria estatal de El Tuito, en Cabo Corrientes, y trasladarse más tarde nuevamente a Puerto Vallarta, para desempeñar su labor docente en las escuelas 20 de Noviembre, Adolfo López Mateos y Héroes de la Patria. En 2011 adquirió la doble plaza en la primaria de la colonia Los Volcanes, para cambiar posteriormente su adscripción a la escuela Club de Leones, en ambos turnos.
Resaltó que en estos 28 años se distinguió por ser una persona exigente en su desempeño y comprometida con la niñez “es un gusto darse cuenta y darme cuenta a mí como hija, que cuando alguno de ellos cruza la mirada con ella fuera del ámbito escolar, que nos encontramos en la calle o en cualquier otro lugar, con gran entusiasmo siempre la saludan y la buscan, y es que su entrega, responsabilidad y profesionalismo, ha sido evidente en estos años. Sin duda alguna ama profundamente su profesión y estoy segura que si volviera a nacer, seguramente mi madre volvería a ser una maestra”.
