El desdén hacia la prensa y la no tolerancia a la crítica por parte del Estado mexicano ha creado un ambiente que no garantiza la libertad de expresión ni la protección a los periodistas, alertan organizaciones internacionales.
A pesar que el gobierno aceptó algunas de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), y de otros organismos internacionales, como por ejemplo, la implementación del mecanismo de protección a periodistas o la creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), no significa que el gremio periodístico trabaje con libertad y garantías, sino que se encuentra solo, en un ambiente de total violencia sin importar la fuente que se cubra.
A principios de julio, el representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Javier Hernández Valencia, informó que la ONU determinó que la mayoría de los periodistas mexicanos asesinados desde hace 10 años, eran comunicadores locales y no corresponsales de guerra o comunicadores fuera de su lugar de origen.
“No es cierto que los conflictos armados son los que cobran más vidas de hombres y mujeres de prensa”, expresó.
Agregó que el ”54 por ciento de estos periodistas caídos eran periodistas hombres y mujeres que trabajaban con temas locales” y que su muerte estaba relacionada directamente con investigaciones de corrupción, abuso de poder, violencia.
Perseo Quiroz Rendón, director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México opinó que el contexto de impunidad, en donde la aplicación de la ley tiene muchas deficiencias, ha impedido haya justicia en ataques contra la prensa.
“Se suma la falta de voluntad política de los funcionarios públicos para empujar las garantías a la prensa. Actualmente el ejercicio del periodismo se ha convertido en una actividad sensible más allá de la fuente que se cubra”.
A pesar que México es un país donde el periodismo se ha convertido en una actividad de riesgo, la protección a periodistas aún no es tema de debate en la Asamblea General de las Naciones Unidas ni tampoco en el Congreso de las Naciones Unidas; la discusión de la problemática a nivel internacional apenas comienza a ser abordada, así lo aseguró Javier Hernández Valencia, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El representante de la ONU dijo que en México y otros países que enfrentan “un déficit democrático”, el periodismo actúa como contrapreso del gobierno, como una actividad que busca reivindicar el actuar del Estado; pero aquellos reporteros que investigan casos sobre abuso de poder, corrupción, violencia, violaciones a derechos humanos… son atacados. Y esas agresiones todavía no son un tema que repercuta en un nuevo tratado entre los miembros que conformar el organismo internacional.
“No parece que estemos, ni parece haber hoy elementos para hacer la ruta de un tratado específico, de una herramienta jurídica específica sobre protección de periodistas”, dijo Javier Hernández Valencia, durante el Foro Derechos Humanos y Protocolos de Actuación en la Protección a Periodistas, realizado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Ante la realidad a la que se enfrenta la prensa, el Consejo de Derechos Humanos tiene pendiente la tarea de crear un marco de comprensión y una alianza que pueda impulsar el debate, dijo; sin embargo, el tema no ha sido retomado, sumado a los avances que se han tenido en el pasado, como en 2013, cuando se logró determinar las bases mínimas donde todos los países condenan este tipo de agresiones, reconocen que no son exclusivas de conflictos armados y donde los estados se comprometen a tratar de erradicar estos crímenes.
El representante de la Oficina del Alto Comisionado agregó que la protección a periodistas es algo nuevo en la ONU y que los casos que se han suscitado en México han empujado “un camino para transitar en esa dirección”. Sumado a ello el funcionario explicó que hay foros de talla internacional y que surgen propuestas, pero al momento de convertir esas ideas en decisiones políticas, los estados que integran el organismo y otros países que no son parte oficial pero que participan, no aceptan los informes, sobre todo si se trata de gobiernos autoritarios.
Agregó que los ataques a la prensa están entrando en discusión poco a poco en la Asamblea de Naciones Unidas cuando se habla de otros temas, como violaciones a los derechos de la población civil, por ejemplo. Pero hasta el momento no se ha visto como un asunto específico.