Para ello, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte (DGPYMPT) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) puso en vigor desde el pasado 6 de julio los programas 30 Delta y Rampa, a fin de practicar exámenes médicos rápidos a conductores, operadores y personal de tierra en los diversos modos de transporte.
Esto tiene por finalidad valorar sus condiciones físico-psicológicas y que no ponga en riesgo a los pasajeros, nacionales y extranjeros, que visitan los diversos destinos turísticos de México.
Es fundamental la aplicación de exámenes médico-toxicológicos a conductores de transporte federal -de carga o pasaje-, a pilotos de aviación y sobrecargos, así como a personal de tierra, y a operadores en el servicio ferroviario y marítimo, para prever accidentes relacionados con la ingesta de alcohol, enervantes, indisposición por cansancio o padecimientos que afecten el estado de alerta.
Estas valoraciones las realiza el personal médico en un promedio de 10 minutos y consisten en una inspección general, interrogatorio intencionado, valoración de signos vitales, reflejos osteotendinosos y oculares, coordinación psicomotriz, valoración de signos de cansancio, detección de ingesta de bebidas alcohólicas y aplicación de exámenes complementarios como el toxicológico.
Durante los 45 días que estarán en vigencia los programas 30 Delta y Rampa, darán servicio 69 módulos médicos en carreteras; 136 en terminales de autobuses; 15 en zonas aeroportuarias; seis en terminales ferroviarias y tres marítimas.
Estarán disponibles 45 módulos fijos para exámenes médicos en carreteras; 28 en terminales de autobuses; seis en aeropuertos; dos en zonas ferroviarias y uno en terminales marítimas. En carreteras se cuenta con el apoyo de la Policía Federal.