Por Gloria Herrera
Al unísono, como puestos de acuerdo, más de 25 familias entrevistadas que estuvieron de visita en Puerto Vallarta destacaron: “te recomiendo Puerto Vallarta, tienes que ir y te aseguro, te va a encantar”, luego de hacerles varias preguntas acerca de la opinión que se llevaban luego de sus vacaciones y en una frase el resumen que dirían a sus amigos y familiares de donde provenían.
En esta ocasión todos los entrevistados fueron mexicanos, más no todos radicando en México, algunos de Los Ángeles California, Texas y en el país de Chihuahua, Monterrey, Sonora, Aguascalientes, Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Veracruz. entre los más mencionados.
Se trataba de paseantes que han venido a este Puerto a encontrarse con el mar y su naturaleza, con su sabor en el arte culinario, así como coincidieron con el disfrute de los ocasos, que en estas fechas dejan un cielo rojo antes de despedirse el sol.
Otro de los atractivos en este maravilloso puerto, es su gente, nacidos o bautizados “pata salada”, que otorgan al turista vivencias diferenciadas, según lo expresan cuando intentan comparar al destino con otro de México como Cancún, Acapulco o Los Cabos.
“El país es hermoso y cada una de sus playas tienen lo suyo, pero Puerto Vallarta para nosotros una familia que viajamos siempre entre 10 y 16 personas, amamos Vallarta, además de tenerlo todo a la vista, tienen una gente cálida y siempre amigable”, fueron palabras de gente de Aguascalientes.
Caminando por el puente que atraviesa el río Cuale, unos pequeños de 10 y 15 años tocan armoniosamente música de los Beatles, música clásica, Mago de Oz, entre otros clásicos que detienen al turismo a escuchar música que combinada con las olas del mar y el sonido del viento, se paran a escuchar al conjunto “Cristi “, que desde hace año y medio tocan en este lugar por el placer de “hacer lo que nos gusta”, apoyados por sus padres y quienes aseguran que lo que ganan es para comprar juegos, patinetes, balones y aquellos que les hace feliz como niños; la gente se acerca los escucha y ve sus movimientos que son peculiares y de disfrute sobre lo que tocan.
Las compras
Otra de las áreas entrevistadas fueron los comerciantes, quienes en este verano uno de cinco señaló que no le fue bien, esperaba algo mejor según lo que se pronóstico, pese a que sí llegó más gente sí hubo más turistas, las compras no se efectuaron; sienten que fueron a verlos como parte de una cultura pero no con el fin de comprar.
“Fue un verano bueno, para muchos mejores, pero no se llegó a la venta de lo que esperamos, las expectativas están altas, consideramos que los hoteles mucho tienen que ver, ahí les ofrecen de todo, incluso los souvenirs, así que aquí solo viene a distraerse y no se llevan nada”, señaló Noé de la Paz, vendedor en la isla del río Cuale.