La gran mayoría de jugadores alemanes que conforman la plantilla de Bayern Munich y Borussia Dortmund, equipos que disputarán la Final de la UEFA Champions League, podría provocar que el duelo por la corona del máximo torneo a nivel de clubes en Europa sea la menos cosmopolita de la última década.
Dortmund y Bayern van a dirimir al mejor equipo de Europa de la presente temporada cuando se enfrenten en Wembley por el título de la Champions, en una Final netamente teutona, que no estaba presupuestada al inicio del año futbolístico.
De acuerdo con los esquemas presentados por Heynckes y Klopp a lo largo de la presente edición de la Champions League, serían 22 elementos de nueve nacionalidades distintas los que tomarían parte del cuadro titular en Wembley este sábado.
Bayern Munich comenzaría con Neuer, Lahm, Boateng, Schweinsteiger y Müller de nacionalidad alemana; Dante de Brasil, Van Buyten de Bélgica, Ribéry de Francia, Robben de Holanda, Javi Martínez de España y Mandzukic de Croacia; es decir, siete nacionalidades distintas sobre el terreno de juego.
Por el cuadro de Klopp, la mayoría de alemanes es aún más importante. Weindenfeller, Hummels, Schmelzer, Reus, Gündogan, Bender y Grosskreutz, quien ocuparía el lugar de Mario Göetze, son todos teutones y Subotic de Serbia, Piszczek, Blaszczykowski y Lewandowski de Polonia complementarían el 11 inicial con dos nacionalidades más a las que ya presentaría el Bayern para un total de nueve.
Sin embargo, Sahin de Turquía con el Borussia Dortmund; Alaba de Austria, Shaqiri de Suiza, Claudio Pizarro de Perú y Anatoliy Timoschuk de Ucrania con el Bayern Munich podrían ser los elementos que incrementen la cuota de nacionalidades durante la Final de la UEFA Champions League 2012-13 dependiendo de las decisiones de ambos estrategas.
El duelo por la supremacía Champions ha provocado una invasión de aficionados alemanes a Londres, ciudad que alberga la Final de este año y donde los teutones se mueven como en casa ante la presencia de dos equipos de ese país en la disputa por el título.
JUVE Y MILAN, LOS MÁS ‘NACIONALISTAS DE LA ÚLTIMA DÉCADA
Fue en la Final de la Temporada 2002-03 cuando dos equipos italianos se enfrentaron en Old Trafford para dirimir al nuevo monarca del futbol europeo. Juventus dirigido por Marcello Lippi cayó por penales con el Milán de Carlo Ancelotti después del trámite de 120 minutos en el que los goles simplemente no llegaron.
En ese encuentro, nueve nacionalidades estuvieron sobre la cancha. Buffon, Ferrera, Camoranesi, Tacchinardi, Zambrotta, Del Piero, Birindelli y Conte fueron los italianos de la Vecchia Signora, mientras que del Milán fueron Costacurta, Nesta, Maldini, Gattuso, Pirlo, Inzaghi y Ambrosini.
Paolo Montero y Marcelo Zalayeta fueron los uruguayos, Thuram y Trezeguet los franceses, Davids y Seedorf los holandeses, Tudor el único croata, Dida de Brasil, Kaladze de Georgia, Rui Costa de Portugal y Andriy Shevckenko de Ucrania fueron los que disputaron aquel encuentro en Manchester.
MANCHESTER VS. BARCELONA, FINAL TOTALMENTE COSMOPOLITA
La Final de la UEFA Champions League que disputaron Manchester United y Barcelona en el estadio Olímpico de Roma en la temporada 2008-2009 estuvo llena de jugadores provenientes de todas partes del mundo.
Barcelona apeló a siete nacionalidades distintas para conformar su equipo incluyendo los cambios que realizó. Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta y Pedro fueron los ibéricos elegidos por Guardiola, mientras que Touré de Costa de Marfil, Sylvinho de Brasil, Messi de Argentina, Eto’o de Camerún, Henry de Francia y Keita de Mali completaron la plantilla de jugadores.
Ferguson echó mano de 11 nacionalidades distintas para su equipo. Ferdinand, Carrick, Rooney y Scholes fueron la “mayoría” inglesa; mientras que Van der Sar de Holanda, O’Shea de Irlanda, Vidic de Serbia, Evra de Francia, Giggs de Gales, Park Ji-Sung de Corea del Sur, Anderson de Brasil, Cristiano Ronaldo de Portugal, Carlos Tévez de Argentina, Dimitar Berbatov de Bulgaria y el propio timonel escocés le dieron un tinte netamente mundial aquella Final.
EL INTER DE MOURINHO, SIN ITALIANOS
Fue el 22 de mayo del 2010 cuando el Inter de José Mourinho desechó los orígenes del Inter de Milán para conformar la alineación que al final le daría el título al cuadro “italiano” tras 45 años de espera.
El portugués mandó a la cancha a Julio César, Maicon y Lucio de Brasil, Walter Samuel, Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y Diego Milito de Argentina, Christian Chivo de Rumania, Wesley Senaijder de Holanda, Goran Pandev de Macedonia y Samuel Eto’o de Camerún; mientras que desde la banca ingresó Dejan Stankovic de Serbia, Sulley Muntari de Ghana y al minuto 92, es decir en tiempo de compensación, el único resquicio italiano de aquel equipo, Marco Materazzi.
Si no es por los miles de seguidores del Inter de Milan que viajaron hasta el Santiago Bernabéu a disfrutar del título, el duelo de la Final bien pudo haberse considerado entre el Bayern Munich y un equipo “resto del mundo”.