Los sensores de movimiento instalados en el Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano estuvieron desconectados durante varios días debido a las obras de mantenimiento que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) realiza a un costado del centro penitenciario, situación que aprovechó Joaquín Guzmán Loera para fugarse del penal, revelaron fuentes federales a la prensa nacional.
El equipo fue instalado para que el personal de seguridad del centro penitenciario pudiera detectar algún tipo de daño en las instalaciones del penal, sin embargo, la Procuraduría General de la República (PGR) reveló que los sensores fueron desactivados por los trabajos que realizó Conagua una semana antes de la fuga de Guzmán Loera en el sistema Cutzamala.
De acuerdo con las fuentes federales consultadas por Milenio y Excélsior, los sensores comenzaron a lanzar alertas constantes a los equipos de monitoreo, lo que provocó que en diversas ocasiones se realizaran operativos para hallar las supuestas irregularidades en el predio, sin embargo, todas las alertas resultaron negativas pues eran provocadas por las obras de la Conagua por este motivo se decidió desactivar el equipo.
Previamente en octubre de 2014 trabajadores de Conagua realizaron el cambio de siete tubos de la Línea 2 y reforzaron de otros 17. Las obras se abarcaron el tramo entre los municipios de Almoloya de Juárez y Atlacomulco.
Diversas fuentes de investigación señalan que los trabajos en el Cutzamala fueron aprovechados por los cómplices de Guzmán Loera quienes se dedicaron a construir el túnel de 1.5 kilómetros de longitud por el que escapó “El Chapo” del Penal de el Altiplano el pasado 11 de julio.
La PGR investiga si el narcotraficante fue notificado por las personas que acudían al centro penitenciario a visitarlo sobre la construcción del túnel y si pactó la fecha y la hora de su rescate. Además se busca determinar si los demás mecanismos de monitoreo instalados en el penal funcionaban correctamente al momento del escape del capo.