Entre árboles y plantas, Toribio Colmenares Almaraz compartió cómo fueron sus inicios como trabajador dentro del Instituto Tecnológico Superior de Puerto Vallarta desde aquel 16 de octubre de 1999 cuando comenzó. Resaltó que durante los primeros tres años su función fue la de ser intendente, para después encargarse del plantío y rehabilitación de áreas verdes; actividad que realiza con mucho ímpetu hasta la actualidad.
“Primero empecé de intendente cuando el Instituto daba clases en las instalaciones del Cecytej (Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco), mientras construían el primer edificio de esta universidad. Sin embargo siempre me gustó sembrar matas y por ello me dieron el área de Jardinería… Al principio sembré unos colomos grandes a la salida del primer edificio, al igual que unas plantas de chile, cempaxúchitl y rosales, estos últimos los usábamos para darlos como obsequio en fechas como el Día de la Madre”, recordó.
Con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, “Don Tori” hizo una pausa al ser cuestionado sobre qué significa para él ser parte del Tec Vallarta… “Para mi es mi casa…”, alcanzó a responder, seguido de un emotivo llanto que demostraba su aprecio y cariño por el Instituto.
Después de un momento en el que tomó aire y aliento, don Toribio señaló “aquí paso mucho tiempo del día, y estoy feliz porque gracias a Dios alumnos, maestros y compañeros de trabajo me reconocen y me ven muy bien… todos me estiman y yo vengo todos los días con gusto”, narró con mucha alegría a la Jefatura de Promoción y Difusión.
Originario de Mascota, Jalisco, con 71 años de edad y procreador de 5 hijos, “Don Tori” se dijo muy contento porque siempre ha mantenido una muy buena relación con los alumnos del Instituto, a unas semanas de que cumpla 16 años ininterrumpidos como trabajador. “Para mí, la relación es buenísima porque todos me saludan… Me preguntan de cualquier cosa y yo siempre les tengo una respuesta y apoyo; lo hago con mucho gusto porque los muchachos me inyectan alegría”, recordó.
Finalmente Colmenares Almaraz mencionó que el Tec Vallarta en sus inicios “era un gran potrero con muchos matorrales y maleza”, aunque poco a poco fue creciendo y transformándose hasta contar con los seis edificios administrativos y académicos que existen en la actualidad.