El 70 por ciento del cuerpo es agua, que es necesaria en el organismo como diluyente y para eliminar toxinas. Una persona en un clima de temperaturas moderadas puede perder de dos a 2.5 litros de agua al día a través de la respiración, sudor, orina y otras secreciones, por lo que al elevarse la temperaturas en primavera y verano existe el riego de deshidratación.
La jefa de Orientación Alimentaria del Sistema DIF Jalisco explicó que “los síntomas más comunes de la deshidratación serían que estamos mareados, nos sentimos fatigados, la boca seca, casi no vamos a orinar, en los bebés se presenta lo que es la parte superior de la cabeza, lo que conocemos normalmente como la mollera, se presenta como hundida”.
Añadió que es indispensable, en esta temporada de calor, poner atención en los sectores más vulnerables de la población como lo son los menores de edad y adultos mayores ya que un caso grave de deshidratación puede llevar a un ser humano a la muerte.
Hernández Martínez recomendó ingerir suficientes líquidos durante el día, beber agua natural aun cuando no se tenga la sensación de sed (ocho vasos al día o más si se está en lugares de climas muy calientes) y que los adultos supervisen que los niños consuman suficientes líquidos.
La Jefa de Orientación Alimentaria enfatizó que las bebidas alcohólicas o las de alto contenido de azúcares no son recomendables.
“No es hidratarnos con cualquier tipo ‘esto es líquido y me hidrato’ porque precisamente una bebida alcohólica nos deshidrata más; igual el refresco, el refresco o que nos está dando son calorías, realmente un refresco no te quita la sed con el contenido de azúcar que tiene”, explicó al sugerir que el agua simple o de fruta natural es mejor opción.
Mantener el cuerpo con el líquido adecuado ayuda al buen funcionamiento de los órganos como el riñón, hígado, corazón, estómago y piel.
La jefa de Orientación Alimentaria de DIF Jalisco aseguró que el organismo asistencial se preocupa por trabajar por el bienestar de las familias como es la sana alimentación.