Sin espectadores esta vez, en su casa de Santa Mónica (California), el teclista británico Keith Emerson, leyenda del rock progresivo y de la experimentación con sintetizadores que alcanzó su culmen con la influyente formación Emerson, Lake & Palmer, acabó con su vida el viernes de un disparo en la cabeza. Tenía 71 años y su muerte fue anunciada en la página en Facebook de ELP, mientras que la policía de Santa Mónica confirmó que la investiga como un suicidio.
Carl Palmer (de Atomic Rooster), el batería que en 1969 se unió al guitarrista y vocalista Greg Lake (King Crimson) y a Emerson (procedente de The Nice) para fundar la banda que en los años 70 dejó imborrable huella en discos como ‘ELP’, ‘Trilogy’, ‘Brain Salad Surgery’ y ‘Pictures at an Exhibition’, directo grabado en uno de sus teatrales conciertos en directo, lo despidió también en la red social como “un pionero y un innovador cuyo genio musical nos tocó a todos en el mundo del rock, de la clásica y del jazz”.
Esos géneros y más formaban parte del menú musical de Emerson, que nació el 2 de noviembre de 1944 en Todmorden (Lancashire) y recibió algunas clases privadas de piano, empezó a familiarizarse en su adolescencia con el Hammond escuchando jazz y tocó con un par de bandas antes de fundar The Nice. Fue, no obstante, cuando descubrió el sintetizador Moog en 1968 escuchando el Switch-on Bach de Wendy Carlos y al año siguiente cuando se unió a Lake y Palmer cuando llegó la apoteosis de su exploración, que se presentaría al mundo en el festival de la Isla de Wight en 1970. Seis de los discos que produjeron antes de separarse en 1979 llegaron a platino y en todos sus conciertos dieron espectáculo, aunque su teatralidad, ejemplificada en gestos como el uso de cuchillos en als teclas para prolongar los sonido, no era del gusto de todos ni fue unánimemente aplaudida.
Según le explicó el propio Emerson a ‘The Guardian’ en 2002, querían “crear una banda de tres piezas con el mayor sonido posible, una especie de orquesta eléctrica de tres hombres. Teníamos un ambicioso repertorio de clásicos rockeados basados en Bach, Bartok, Janacek, Mussorgsky y Ginastera intercalado con blues, boogie, rock’n’roll, y experimentábamos, extemporizábamos, cualquier cosa”.
Emerson, que se reunió en proyectos distintos con sus antiguos compañeros, grabó discos en solitario y bandas sonoras, como la de ‘Inferno’, de Dario Argento. Actualmente lideraba la Keith Emerson Band, que debía iniciar una gira por Japón el mes que viene.