Discos, películas y homenajes mantienen vivo alrededor del mundo el recuerdo de Michael Jackson, de cuya trágica muerte se cumplen mañana cinco años, dejando tras de sí un legado también de escándalos, con su familia envuelta en juicios y derroches, peleas por la herencia e intentos de suicidio.
En el tiempo transcurrido, el doctor Conrad Murray fue condenado a cuatro años de prisión por negligencia y mala fe al suministrarle un potente anestésico intravenoso que acabó matando al “rey del pop”. Por buen comportamiento solo cumplió dos años y actualmente se encuentra libre.
Los tres hijos de Jackson -Prince, Paris y “Blanket”- y la madre del cantante, Katherine, fueron nombrados sus herederos. Los hermanos de Jackson, excluidos de la herencia, no se ahorraron críticas contra la “mala gestión” que, en su opinión, llevaban a cabo los administradores.
Entre las decisiones más discutidas, por ejemplo, se encuentra un contrato por un valor aproximado de 400 millones de euros con Sony Music, compañía con la que el artista había roto relaciones. A cambio, la discográfica se hizo con los derechos para publicar discos póstumos hasta el 2017.
“Invincible” (2001) fue el último disco de estudio que Jackson publicó antes de morir, pero no sería el último. Tras su muerte, ya son dos los álbumes editados con material inédito: “Michael” (2010), que vendió tres millones de copias, y “Xscape”, publicado este año con ocho temas originales, que alcanzó el número 1 en ventas en Reino Unido y el 2 en EE.UU.
El número de álbumes póstumos puede seguir incrementándose. Según reveló uno de los productores que trabaja con el legado inédito de Jackson, se conservan decenas de descartes de sus canciones, que les permitirá publicar unos ocho discos más.
Cuando el intérprete de “Bad” murió, acumulaba una deuda de casi 370 millones de euros. En los cinco años transcurridos desde su fallecimiento, las cifras habrían dado la vuelta hasta generar unos 680 millones de dólares, según fuentes de Zack Greenburg, autor de la obra “Michael Jackson Inc”, que analiza el patrimonio empresarial del artista.
“This Is It” (2009), el documental póstumo de la gira que preparaba cuando murió, fue la primera de muchas formas de capitalizar su imagen. Arrasó en taquilla, tras recaudar unos 400 millones de dólares en el mundo. A ellos se suman las más de 500 representaciones de los dos espectáculos montados por el Cirque du Soleil inspirándose en su música.
El patrimonio familiar no ha seguido la misma suerte que el artístico. Numerosos han sido los escándalos, como cuando la matriarca del clan tuvo una extraña desaparición temporal en 2012. Como resultado, un juez cedió la custodia temporal de los niños al hijo de uno de los hermanos del cantante.
También sorprendió el intento de suicidio de Paris y generó múltiples especulaciones sobre el modo de crianza de los herederos del “rey del pop”. Algunas publicaciones ironizaron con el hecho de que Jackson ocultaba sus rostros con máscaras y ahora, tras su marcha, sus vidas se han visto expuestas sin ningún tipo de reparo.
El diario estadounidense The New York Post recalcaba en un reciente artículo que las jugosas ganancias les han permitido seguir una vida repleta de lujos y excentricidades, al igual que hacía su padre, y destacaba que su hijo mayor se había gastado unos 48.000 dólares en joyas para su novia.
Perdido el juicio contra los responsables de la promotora AEG Live, a quienes acusaron de tener responsabilidad en la muerte del astro por la contratación del médico, aún tienen pendiente otro con el Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos. Este exige más de 800 millones de euros como pago por impuestos y multas.
Paralelamente, el quinto aniversario de su muerte sirve a sus seguidores más fanáticos para organizar todo tipo de homenajes, como el seminario «En el estudio con Michael Jackson», ofrecido por Brad Sundberg, miembro de su equipo técnico, o la posibilidad de sobrevolar en helicóptero el rancho Neverland, su morada más célebre.