Sandy Arenas
Puerto Vallarta vive después del puente vacacional en honor al aniversario del nacimiento de Benito Juárez. Este miércoles se cumple el 82 aniversario de la expropiación petrolera de 1938, pero no será eso motivo de noticia o conmemoración cívica alguna, porque los titulares tendrán que ver con la baja en el precio del petróleo, con el desplome de las bolsas de valores, y con el coronavirus Covid19.
Pero Puerto Vallarta, en la populosa Zona Romántica, en el mercado municipal Río Cuale, y en el centro de la ciudad, la vida continúa este martes 17 de marzo. Ya son las 2:00 de la tarde y está el cielo nublado, y los turistas norteamericanos siguen llegando, siguen caminando sobre el malecón, abordando el turibús, y yendo a comer a los restaurantes de playa. Los visitantes no acatan nada del aislamiento, menos de distancia sana de un metro o metro y medio; simplemente disfrutan.
La vida sigue igual, —como dijera una canción setentera—, en Puerto Vallarta: Unos que van y otros que vienen.
Donde quizá se aprecia una baja, es en el cúmulo de vehículos que todavía en el último puente vacacional saturaron las calles estrechas del centro de Puerto Vallarta. El flujo vehicular es menos lento, los enormes camiones de pasajeros no aparecen, y poco se detiene uno al tripular un automóvil, para dar paso a los andantes.
En la central camionera se ve poco movimiento de pasajeros, la llegada de visitantes es a cuenta gotas, y en la sala de espera menos usuarios aún se ven. Los preocupados son los encargados de la Salud, que tienen el titánico encargo de mantener fuera del destino al virus, una misión que se antoja imposible. Ya desplegaron personal de bata blanca tanto en el “Gustavo Díaz Ordaz” como en la terminal de autobuses, según han informado en la Jurisdicción VIII.
Tampoco en las zonas escolares se ve a menores de la mano de sus madres saliendo o entrando a los planteles, no se escucha el bullicio, ni se ve al vendedor de fruta picada que se aposta en la calle cerca de las escuelas.