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La bebida jalisciense de la raicilla ya cumplió catorce años con la ventaja de una marca colectiva a su favor, que le ha facilitado un entorno para integrar gradualmente en su cadena productiva a todos sus eslabones, como agricultores, agaveros, destiladores, envasadores y comercializadores, además de otros actores del sector público y académico.
Entre las medidas de difusión a favor de este destilado de la Sierra Occidental, la Sierra de Amula, la Costa Sur y la Costa Norte, cada año se organiza su festival cultural. Este año es la séptima edición de este festival en Mascota del 11 al 13 de diciembre.
El Festival de la Raicilla engloba una serie de actividades culturales, visitas a tabernas y conferencias de temas históricos y técnicos, ligados a este destilado jalisciense.
El presidente del Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla (CMPR), Adrián Ramírez Buenrostro, comunicó que entre los avances de la cadena productiva se tienen el registro de 18 marcas de este destilado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la participación de 70 actores asociados en el citado consejo, pertenecientes al campo, la industria y el comercio.
Destacó que se han puesto las bases para una producción sustentable de los agaves, que son la materia prima de este producto que tiene el perfil adecuado para promover una corriente de turismo rural a las poblaciones de su territorio de origen, entre las que figura la población del Cimarrón Chico de la Raicilla, un poblado al que se considera como la cuna de esta bebida espirituosa.
Ramírez Buenrostro refirió que si bien es reducida la producción —que oscila entre 40 a 50 mil litros anuales— este producto es toda un ícono de varias regiones de Jalisco, particularmente de la Sierra de Amula, la Costa Norte, la Costa Sur y la Sierra Occidental, por lo que cumple con las características que demanda una denominación de origen.
En este sentido, expuso que ya se inició con las gestiones ante el IMPI para obtener a su favor la figura jurídica de la denominación de origen y con ello reforzar más su identidad y una cultura de calidad entre sus productores.
También dijo que se tiene a favor la configuración del Sistema Producto Raicilla, avalado por el Gobierno del Estado y el Gobierno de la República, lo que es todo un instrumento que debe inducir la tecnificación de la agricultura de los agaves raicilleros —de variedades diferentes al Agave Azul Tequilana Weber— y de las destilerías —conocidas popularmente como tabernas—.
Al respecto, mencionó que el Gobierno de Jalisco ha apoyado seis proyectos encaminados a mejorar las condiciones de las pequeñas destilerías, en aspectos de tanques de destilación y áreas de envasado, entre otros.
