El Observador
Los integrantes de la Orquesta Filarmónica de Jalisco adelantaron en la mañana del viernes 31 de mayo pasado lo que tocarían en Puerto Vallarta, en ocasión de los 95 años como Puerto Vallarta, y 45 años de haber sido elevada a la categoría de ciudad. Postearon en su portal que ejecutarían obras como Danzón n° 2, Obertura El Murciélago, Una Noche en la Árida Montaña, y Sinfonía No. 5, 1er Movimiento, entre otras grandes.
Contra lo común, no lo corriente, de apreciar otras orquestas, grupos musicales, de poca o mucha fama, ahora le tocó hacerse presente en el malecón a la Orquesta Filarmónica de Jalisco, que solo para darse una idea de la magnitud se trató de la concurrencia de 60 músicos puestos en escena. Si una sola guitarra en veces nos saca suspiros al escucharla, ahora es de imaginarse todas las emociones agolpadas y sentimientos que sacó a los espectadores la actuación de aniversario de la OFJ.
Puerto Vallarta vive desde hace décadas una transformación en su población. Los originales son cada vez menos que los avecindados, y aún que padres jóvenes llegados de otros lugares tienen a sus hijos en Puerto Vallarta reconocen como lugares de origen a donde están los abuelos, tíos y demás parentela. De modo que los festejos de la ciudad son realmente para los del viejo Puerto Vallarta.
Los cohetes, los conciertos, y demás son comunes a todos es verdad, más las experiencias de festividades son distintas para cada grupo humano que ha venido a conformar la población común de Puerto Vallarta, que aún cabecera municipal es diferente de El Pitillal, de Las Juntas, de Ixtapa, y de Las Palmas.
Lo que debería ser común a todos, y gracias a la escuela, al menos en teoría, es la apreciación de todos de la música de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. Por desgracia no todos, ni en el mismo grado, fuimos formados musicalmente para apreciar en todo lo que vale un concierto, como el dado el viernes pasado en la noche. Recuerdo que hasta misa ha habido para festejar a Puerto Vallarta en la Plaza de Armas. La misa si es una experiencia casi común a todos, pero el disfrute de la música de orquesta no lo es tanto.
Por lo pronto hay que agradecer al gobierno del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, y al gobierno del estado de Jalisco por habernos dado la oportunidad de que la Orquesta Filarmónica de Jalisco tocara junto con la brisa del mar en el malecón de Puerto Vallarta.