La inactividad física es más mortal que la obesidad

Una caminata de 20 minutos a pie cada día podría ser suficiente para reducir el riesgo de muerte prematura. Lo afirma un estudio que se publica en «American Journal of Clinical Nutrition», en el que se concluye que el ejercicio físico puede ser más importante que la obesidad en la prevención de la enfermedad cardiovascular en particular, y de la muerte por cualquier causa en general.

El estudio que ha analizado a más de 334.000 personas ha visto que el número de muertes atribuibles a la falta de actividad física doblaba al de fallecimientos atribuibles a la obesidad: y, además, que un modesto aumento en la actividad física podría tener beneficios significativos para la salud.

El trabajo deja un mensaje claro: basta con una pequeña cantidad de actividad física diaria para que las personas físicamente inactivas obtengan importantes beneficios para su salud. Según Ulf Ekelund, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), «aunque hemos visto que sólo 20 minutos marcan una diferencia, deberíamos tratar de hacer más porque sabemos que la actividad física tiene muchos más beneficios para la salud. Por eso, debe ser una parte importante de nuestra vida».

Se sabe que la inactividad física se asocia con un mayor riesgo de muerte prematura, además de estar vinculada con un mayor riesgo de patologías como las cardiovasculares o el mismo cáncer. En cuanto a la obesidad, por su parte, a pesar de que puede contribuir a un mayor índice de masa corporal (IMC), también se sabe que la relación con la muerte precoz es independiente del índice de masa corporal de un individuo.

676.000 muertos

Los investigadores estiman que, a tenor de los datos más recientes disponibles sobre muertes en Europa, 337.000 de las 9,2 millones de muertes ocurridas en Europa eran atribuibles a la obesidad (entendida como un IMC superior a 30). Sin embargo, el doble (676.000) podría deberse a la inactividad física.

Los investigadores, para medir la relación entre la inactividad física y la muerte prematura y su interacción con la obesidad, analizaron los datos de 334.161 hombres y mujeres de toda Europa que participaban en el estudio EPIC. Durante una media de 12 años, los científicos valoraron una serie de parámetros: altura, peso y la circunferencia de la cintura y una autoevaluación para medir los niveles de actividad física.

Los resultados mostraron que la mayor reducción en el riesgo de muerte prematura se produjo comparando entre los grupos inactivos y moderadamente inactivos, analizados por una combinación de la actividad en el trabajo con actividades lúdicas. Cerca de una cuarta parte de los participantes (22,7%) fueron clasificados como inactivos.

Quemar calorías

Según estos resultados, los autores estiman que basta un paseo diario de 20 minutos para ‘quemar’ paseo entre 90 y 110 kcal, lo que haría de una persona inactiva a ser moderadamente inactiva y reducir así su riesgo de muerte prematura entre un 16 y un 30%. Los mejores beneficiados fueran las personas con un peso normal, pero incluso aquellos con un mayor IMC tuvieron un beneficio.

Para otro de los autores, Nick Wareham, ayudar a la gente a perder peso puede ser un verdadero desafío y, al mismo tiempo, «debemos tener como objetivo reducir los niveles de obesidad en la población, con intervenciones de salud pública que animen a la gente a hacer pequeños cambios, pero reales, en la actividad física que pueden tener beneficios significativos para la salud y pueden ser más fáciles de lograr y mantener».

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