Higuera Blanca, la entrada hacia la aventura de sol, playa y ecoturismo

Tras nuestro paso, Caro y yo, por las fiestas religiosas de Mezcalitos, que dicho sea de paso fue un éxito de los pobladores este año, proseguimos la búsqueda de nuevas emociones, de nuevos lugares, y de nuevas cosas que descubrir en Bahía de Banderas. Fue así que nos encontramos en Higuera Blanca, un pueblo costero pintoresco, de los que hay por acá, en la parte norte del municipio.

Aunque parezca difícil llegar, en realidad no lo es tanto, ya que tomamos una combi roja (color blanco con rojo, pues), de las que van rumbo a Punta Mita. Nos bajamos en el crucero de Higuera Blanca, y ahí esperamos un camión de Punta Mita que nos llevó hasta la entrada  del pueblo.

Cuando llegamos al lugar nos fascinó su hermosa entrada arreglada, parecía que nos esperaban  un sinfín de aventuras en una de las mejores playas, estábamos ansiosas por descubrir todo lo que tiene de naturaleza, y por descubrir las múltiples opciones de entretenimiento para uno como visitante.

En la tradicional plaza pública del poblado encontramos un templo, muy bien adornado con cordeles y flores; y es que apenas unos días entes los lugareños veneraron a su Santo Patrón, San Isidro Labrador.

Como toda plaza tradicional, encontramos a gente nativa de Higuera Blanca, que nos contaron que el nombre del pueblo le viene porque desde el cerro La Mojada, —bajando hasta la playa—-, era un higueral frondoso aquello, y en sus verdes ramas tonaban el fresco las chachalacas, los venados y los tejones que acudían a beber agua del arroyo.

Como llegamos muy temprano, disfrutamos de los “Biónicos y jugos Toña”; muy concurridos del lugar, y ya con la panza llena y el corazón contento nos dirigimos a la Montalbeña, para hacer un recorrido eco turístico con esta prestadora de servicios turísticos local, que ofrecen recorridos a caballo sobre la playa, senderismo y, en breve tiempo, el canopy.

A bordo de cuatrimotos nos dirigimos a Litibú, un recorrido de lo más divertido que se ofrece al visitante; fuimos guiados por el señor Hernán.  Nos sorprendió la tranquilidad de la playa el escaso y bajo oleaje en un trayecto de unos dos kilómetros de longitud. Nos encontramos con palapas hechas por los mismos habitantes; que ellos usan para recibir a los turistas provenientes de todas partes del país, sobre todo en las temporadas de Semana Santa y Pascua.

En Litibú, en el desarrollo de Fonatur, existen grandes conjuntos hoteleros, tales como Imanta, Haixa y  la Tranquila, que con respeto por la naturaleza y la preservación del entorno y los ecosistemas del lugar, ofrecen el lujo y las comodidades necesarias para experimentar  un paraíso frente al mar.

Pero en el poblado, ya cansadas y deshidratadas por la tarde de la jornada, los “bolis de Pancha” nos sirvieron para refrescarnos un poco, y ya con hambre, después nos fuimos a disfrutar de unos mariscos en el restaurante “Los Venados”, que está por la carretera rumbo a Sayulita, frente al Sport Bar Km 5, donde si alguna vez llegas vas a encontrar que en este lugar también se pueden degustar unas riquísimas pizzas marinas.

bahia higuera3 bahia higuera2

Tema de Interes

Reconocen participación en consulta del Programa de Ordenamiento Territorial PV-BB

Hasta el momento se han recibido más de 3 mil observaciones y propuestas de los …