Militares y policías federales mexicanos asumieron la seguridad del turístico balneario de Acapulco (sur) y de otra treintena de municipios como parte de un plan especial anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto a raíz de la crisis desatada por los 43 estudiantes desaparecidos, informaron el miércoles autoridades.
“Fuerzas federales asumen las tareas de seguridad en el puerto de Acapulco”, dijo el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, en un evento celebrado en la ciudad de Iguala (Guerrero, sur), donde en septiembre ocurrió la desaparición y presumible masacre de los 43 estudiantes.
En el acto, al que asistieron el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la cúpula militar, se detalló que el operativo federal relevará a las policías municipales de 36 localidades de Guerrero, Estado de México (centro), Michoacán (oeste) y Morelos (centro).
El despliegue federal tiene como objetivo restablecer la seguridad en Acapulco, una ciudad portuaria de 790.000 habitantes en la costa del Océano Pacífico, para la llegada de turistas en estas próximas vacaciones navideñas, explicó Rubido.
Acapulco se ha convertido en los últimos años en una de las ciudades más violentas del país debido a las disputas entre cárteles de la droga por el control de mercados de consumo y rutas de narcotráfico hacia Estados Unidos.
El balneario pertenece al convulso estado de Guerrero y se encuentra a 220 km de Iguala, donde decenas de estudiantes fueron brutalmente atacados el 26 de septiembre por policías locales aliados con narcotraficantes. La fiscalía teme que 43 jóvenes desaparecidos esa noche fueron masacrados por sicarios del cártel Guerreros Unidos.
Este brutal crimen ha marcado un punto de inflexión de la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y exhibió de nuevo la profunda infiltración del narcotráfico en las policías mexicanas.
Para enfrentar la corrupción policial, Peña Nieto propuso el pasado jueves la desaparición de todas las policías municipales del país para que sólo haya 32 cuerpos, uno en cada estado.
El presidente, que en octubre ya había relevado a toda la policía de Iguala, también anunció el jueves un operativo especial de seguridad para otros municipios de Guerrero y estados vecinos afectados por el crimen organizado.