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Sandy Arenas
Desde el primer anuncio posteado, de la entrega de siete nuevos camiones compactadores de basura, donde se citaba a la cancha de futbol de la unidad deportiva La Lija, supe que aquello sería tumultuoso y espectacular. Me recordó la entrega de maquinaria y de camiones que Arturo Dávalos Peña hiciera ahí mismo, pero en el cruce de las calles Pablo Franco y República de Guatemala, en el mes de abril de 2016.
Ahora, el 14 de junio de 2017, se trataba de la entrega de siete nuevos camiones recolectores de basura, donados al municipio por particulares, interesados en aportar para el aseo público.
Como lo anticipé y me imaginé, al llegar la cancha de futbol de La Lija, minutos antes de las 7:00 de la tarde, el lugar estaba a reventar. Me di cuenta porque al ingresar al campo deportivo, a la alfombra verde, me percaté de muchos conocidos en el lugar, haciendo grupos de chacoteo, de charla y para las selfies. Pero todos estaban de pie, como monte sin machetear que me impedía la vista hacia el otro extremo de la cancha, donde al llegar me di cuenta de miles más, debidamente sentados y en espera de la llegada del presidente municipal.
Nunca había asistido a una entrega de obra, o a un arranque de programa de tal magnitud. Aquello era una romería y un paso incesante de gente. Niños corriendo aporreando el endeble pasto, de por sí mortificado por las patas de las sillas que se colocaron, y también castigado por el paso de los vendedores de papitas fritas caseras, y por el típico que ofrecía los algodones rosas de azúcar. ¡Una feria de pueblo aquello! La alegría de la gente me alcanzó. Yo era la fotógrafa del acontecimiento, pero sin sentir, de repente, ya había hecho grupo para alguna selfie.
Las clásicas de los ballets folclóricos en mis oídos, me hicieron voltear hacia al escenario, donde los niños y jóvenes del ballet Xiutla ya le ponían ritmo, taconazo y gracia a sus movimientos. Me pude emocionar con pequeñitas que portaban sus trajes de ballet, en espera de su turno para subir al escenario; sentaditas, posando con coquetería para ser fotografiadas.
Después, vino un intervalo para dar paso a la llegada del presidente municipal Arturo Dávalos. Desde antes, al menos una media hora, habían estado desfilado, uno por uno, poco a poco, los y las integrantes del ayuntamiento: Edelmira Orizaga, Juan José Cuevas, Eduardo Martínez, Elisa Ramírez, Gonzalo Guzmán, Juan Solís, Magali Fregoso, Bellanni Fong, Gilberto Lorenzo, Susana Rodríguez, y Homero Maldonado.
En el presídium, acompañaron al presidente municipal, el director de Servicios Públicos Rodolfo Domínguez, el director de Desarrollo Social Diego Franco, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC Puerto Vallarta), Jorge Zambrano Hernández; la escolar Karen Guadalupe de la Peña López; el presidente de la colonia Jardines de Vallarta, Ramiro Meza Arce; el operador de camiones recolectores de basura Julián Figueroa, y la dos veces regidora Edelmira Orizaga, otrora líder de la colonia Magisterio, y de los trabajadores recicladores del vertedero municipal.
Se escuchó solo un sentimiento de agradecimiento y de reconocimiento, de todos los asistentes, para el gobierno que encabeza Arturo Dávalos Peña, por haber dado solución al grave problema que fue la recolección de la basura, y que ahora ya no es, porque se cuenta con el equipo necesario para hacer el trabajo, diariamente, de día y de noche
