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Por Marisú Ramírez
En el mundo la violencia se ha convertido en lo cotidiano.
Esto, con criterios distintos pulveriza a las sociedades. No importa de donde venga, ella tiene su propia esencia: destruir en lo físico, aunque adopta muchas formas; a la que me quiero referir en esta colaboración es a la informativa; esa, en ocasiones distorsionante y convertida en dardo flamígero altamente destructivo.
Leo algunas noticias sobre la cotidianidad de lo peor, acontecimientos fatídicos, llenos de odios sin necesidad aparente aunque las razones de sus actores la justifiquen, nada más desafortunado.
No quiero realizar un recuento de daños producidos por esos impulsos, no es mi intención, bastante tienen los lectores de una carga diaria de la violencia en todas sus modalidades. Lo que sí me parece necesario es detener a las conciencias que venden a partir de lo sensacional aun cuando saben que existen personas honestas en diversos niveles de gobierno, demostrado está por ejemplo el trabajo administrativo y de seguridad que se vive en este Puerto Turístico; claro si se compara con otros con la misma actividad, no solamente nacionales sino internacionales.
Los actos violentos hacen su propia historia, la tejen y la arrojan para que las personas con influencia en los medios informativos tradicionales medren con el actuar de la autoridad sin reparar en los beneficios y control que ejercen en sus áreas de influencia, sino evidenciar errores inventados por ellos para causar zozobra en sus lectores. Habrá que ajustar la realidad a la verdad sin artificios.
Los problemas de violencia incontrolada tiene el efecto nocivo donde se pierde el sentido de la vida, se recrudecen rencores inexistentes contra servidores públicos probos sin aparente venganza y se deteriora el tejido social, dando por terminada la razón del actuar y por ende la pérdida de confianza tan necesaria para un trato pacifico en la búsqueda de soluciones a problemas sin desviar la mirada del acontecer cotidiano.
Alcanzar la paz es el principal objetivo del ser humano, no es como para muchos que publican mentiras la mejor utopía, es por el contrario la capacidad de armonizar lo que se dice con los resultados y en este momento en Puerto Vallarta se vive en cordialidad, tal vez algunos visitantes causen desorden, la autoridad responde y lo hace en tiempo y forma, en mi opinión con la mejor intención y con la cooperación ciudadana para una mejor construcción del escenario para la sociedad vallartense, en esencia el trabajo de la autoridad está a la vista a diario sintetiza aptitudes y virtudes y las conjuga con valores universales permanentes.
En estos momentos la comuna vallartense se mueve y promueve la paz anhelada ante los últimos acontecimientos en este bello Puerto, la seguridad para los visitantes está garantizada.
Es un tiempo crítico, sin lugar a dudas. Al respecto Paulo Coelho menciona …el peor de todos los pasos es el primero. Cuando estamos listos para una decisión importante, todas las fuerzas se concentran para evitar que sigamos adelante. Ya estamos acostumbrados a esto. Es una vieja ley de la física: romper la inercia es difícil. Como no podemos cambiar la física, concentremos la energía extra y a si conseguiremos dar el primer paso. Después el camino mismo ayuda… En Puerto Vallarta: Estamos en el Camino. masryram@msn.com
