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La generación de energías limpias y sustentables, obtenidas sin uso de combustibles fósiles, se constituyen en fuentes inagotables que aprovechan al máximo el medio ambiente, en pro de disminuir la contaminación. Los combustibles fósiles son el petróleo, el carbón, y el gas natural.
Las energías sustentables, o no contaminantes, se obtienen de fuentes naturales con capacidad de regenerarse y reestablecerse en un lapso de tiempo corto; son materia prima con gran abastecimiento elevado, natural y de calidad.
En la actualidad la producción mundial y en México de energía eléctrica se basa de manera predominante en el uso de combustibles fósiles, pero al diversificar las fuentes de suministro se incrementa el porcentaje de la obtención de energías renovables, como la proveniente de la luz solar, o la energía eólica, clave esencial para lograr un desarrollo sostenible.
La energía hidroeléctrica es energía sustentable o renovable, no contaminante. Se obtiene con el almacenaje de la energía contenida en las corrientes de los ríos y presas, sus costes evolucionan a la baja de forma sostenida, mientras que la energía obtenida con combustibles fósiles no es así.
Las energías sustentables no generan residuo alguno, ni emisiones contaminantes generadas por los motores de combustión interna cuando se queman hidrocarburos.
La producción de energía limpia en el municipio de Cabo Corrientes, Jalisco, en México, y en el mundo es imprescindible en la lucha contra el cambio climático, que busca abatir sus efectos más devastadores. Representa la transición hacia un sistema de abastecimiento de energía con base en nuevas tecnologías, amigables con el medio ambiente que además tendrá efectos económicos positivos para las sociedades.
Asimismo, se contribuye en el bienestar de los ciudadanos; un mejor aprovechamiento de los recursos naturales que no generan alteraciones ni daños al entorno a nivel local y global.
