Un exconvicto detenido por los asesinatos del fotoperiodista Rubén Espinosa y cuatro mujeres, una de ellas colombiana, aceptó haber estado en el lugar del crimen, dijo este jueves el fiscal de Ciudad de México, Rodolfo Ríos, que sigue buscando a otros dos sospechosos.
El detenido, que en el pasado cumplió una pena de casi 10 años de cárcel por violación y lesiones, “ha señalado que sí estuvo en el departamento al momento de estos lamentables hechos (…), está en calidad de probable responsable”, dijo Ríos a la televisora Milenio.
El sospechoso ha aportado “algunos datos” a la investigación, se limitó a decir el fiscal.
Los cuerpos de Espinosa y las otras víctimas fueron hallados el viernes en un apartamento de un barrio de clase media capitalino: maniatados, con impactos de bala, huellas de tortura y, en el caso de las mujeres, con rastros de violencia sexual.
Ríos reiteró que “todas las líneas de investigación” siguen abiertas, incluida la que apunta a que los asesinatos se cometieron en represalia por la labor periodística de Espinosa, de 31 años.
El fotoreportero trabajaba hasta hace unos dos meses en el estado de Veracruz (este), el más peligroso para la prensa en México, para la revista Proceso y la agencia Claroscuro, y se trasladó a la capital mexicana por amenazas recibidas y su desconfianza en autoridades estatales, incluido el gobernador Javier Duarte.
Ríos deslizó en días pasados que el móvil de este crimen, que ha impactado a México y extendido el temor en el gremio periodístico, pudo ser un robo.
En el apartamento “sí hubo un robo, pero (los homicidas) no necesariamente entraron (solo) a robar”, matizó el fiscal este jueves.
La fiscalía capitalina busca “la detención de otras dos personas”, explicó. En días pasados, esa dependencia difundió videos de cámaras de seguridad de esa zona en la que se observan a tres individuos salir con una maleta del edificio donde vivían las mujeres asesinadas y al que acudió ese día Espinosa.
Según las investigaciones, el multihomicidio se debió llevar a cabo durante el día y en tan solo una hora. Dos de las mujeres tenían huellas de abuso sexual, una de ellas era colombiana. Las otras dos mujeres eran una activista de derechos humanos y una empleada del servicio doméstico.
Tan sólo en Veracruz, a orillas del golfo de México, han sido asesinados 11 periodistas y cuatro más han desaparecido desde que asumió el gobernador Duarte, del oficialista PRI.