El español Rafael Nadal, quinto cabeza de serie en Wimbledon, sucumbió por primera vez en la primera ronda de un Grand Slam, al caer ante el belga Steve Darcis, 135 del mundo, por 7-6(4), 7-6(8) y 6-4 en su debut, en dos horas y 55 minutos.
La historia se repitió un año después de que el checo Lukas Rosol fulminara a Nadal en la segunda ronda, y el español se despidió por segunda temporada consecutiva del torneo londinense tras perder ante un rival que, en teoría, no suponía una amenaza sobre el papel.
Pocos días después de establecer un nuevo hito en la historia del tenis al coronarse en Roland Garros como el único tenista que ha conquistado ocho grandes torneos, Nadal pasó del cielo al infierno al verse superado en un agónico encuentro de primera ronda, y ceder en esa fase después de 35 grandes disputados.
El español era hasta ahora el único tenista del circuito que ha sido número uno del ránking de la ATP y que no había perdido nunca un primer duelo de un Grand Slam, una estadística que Darcis se encargó de quebrantar.
Con 27 años, Nadal abría hoy su noveno Wimbledon, un torneo que ha ganado en dos ocasiones (2008 y 20010) con la vista puesta en una tercera corona después del éxito de París.
Nadal jugaba como quinto cabeza de serie, después de una temporada marcada por la lesión en su rodilla izquierda que le apartó de las pistas más de siete meses tras la derrota ante Rosol el año pasado.
Si bien la inercia ganadora de Roland Garros parecía sólida, el mallorquín ya advirtió antes del torneo de que la hierba no era la mejor superficie para su maltrecha rodilla.
El mallorquín tuvo que salvar una bola de ruptura en el primer juego, un primer aviso de lo que iba a venir, si bien nadie en la pista uno pensó que ese primer obstáculo anticipaba un verdadero suplicio para Nadal.
El encuentro era denso, trabado. Tan solo el primer parcial duró casi una hora y diez minutos, el tiempo que necesitó el suizo Roger Federer esta mañana para deshacerse en su debut del rumano Victor Hanescu.
Hasta el final de ese primer set no se presentó en la central del All England Club el fantasma de la derrota del año pasado ante Rosol.
Fue cuando Darcis logró romper la igualdad que reinaba hasta entonces y se impuso al saque para ponerse con una ventaja de 6-5, un contratiempo que Nadal supo salvar momentáneamente rompiendo el servicio de su rival en el siguiente juego, pero que se agravó en el desempate.
Nadal parecía destemplado sobre la pista, acusaba la potencia al saque de su rival y no fue capaz de superar el juego corto de un primer parcial en el que encajó siete saques directos de su rival.
No cambió la fortuna del mallorquín hasta el final del segundo set, cuando logró por fin romper el servicio de Darcis y encaró con confianza los que parecían ser los últimos golpes del set.
Darcis, sin embargo, no dio su brazo a torcer y forzó un segundo desempate en el que la tensión en la pista era máxima y ya comenzaba a respirarse en el ambiente que estaba en juego el campeonato para Nadal.
El dos veces ganador de Wimbledon no se lo puso fácil a su rival, que necesitó hasta cinco bolas de set para arrancarle de las manos del español ese segundo parcial, que dejaba el partido en bandeja para el belga.
Nadal amagó con romper el servicio del 135 del mundo en el tercer set para ponerse 4-4 en el parcial, el último peldaño en el que una remontada era todavía posible.
Pero la fría tarde londinense se le había atragantado a Nadal, y después de apenas media hora de ese último parcial se vio 5-3 por debajo, una distancia ya insalvable que el belga aprovechó para apuntarse el duelo.
Darcis se convirtió en el jugador con ránking más bajo en ganar a Nadal, desde que el español perdió en 2006 contra el sueco Joachim Johansson. El brasileño Gustavo Kuerten era desde 1997 el último ganador de Roland Garros que cayó en la primera ronda de Wimbledon.