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Con el izamiento del lábaro nacional a media asta, autoridades civiles y militares recordaron este lunes a Venustiano Carranza Garza, a 98 años de su muerte (21 de mayo de 1920), ceremonia que estuvo encabezada por la regidora Celina Lomelí Ramírez, en representación del presidente municipal interino, Rodolfo Domínguez Monroy.
Correspondió al regidor Diego Nava Maeda, dar lectura a la ficha histórica del prócer revolucionario, que naciera en Cuatro Ciénegas, Coahuila, en 1859. Fue en 1887 que se integró a la vida política cuando resultó electo presidente de su natal municipio; terminó renunciando a su cargo debido a su mala relación con el gobernador de la entidad, José María Garza Galán.
“Después su carrera política siguió en ascenso: fue diputado en la legislatura del estado y senador suplente, y senador en el Congreso de la Unión, en el cual llegó a ocupar dos veces la vicepresidencia del Senado y tuvo como compañeros de escaño a los más influyentes políticos del porfiriato, como Emilio Rabasa, Rosendo Pineda y Enrique Creel”, detalló.
En 1908, fue gobernador interino de Coahuila, del 25 de septiembre al 21 de noviembre, por ausencia del titular Miguel Cárdenas, amigo y socio suyo desde la juventud.
“Quiso ser gobernador electo al año siguiente, y pese a que podía aglutinar a reyistas, ‘científicos’ y anti reeleccionistas de Coahuila, ya que contaba con el apoyo del propio Madero, por su simpatía hacia el general Reyes, fue sujeto de presiones para que renunciara a su candidatura y finalmente, fue derrotado a la mala por Jesús de Valle, quien disfrutaba de toda la fuerza de Porfirio Díaz y del grupo de los científicos”, relató.
Para noviembre de 1910 se uniría a la junta revolucionaria en San Antonio, Texas, y el 5 de febrero de 1911, Madero nombró a Carranza gobernador provisional de Coahuila y jefe militar del noreste; después figuró como secretario de Guerra y Marina en el gabinete provisional de Ciudad Juárez.
“Al negociarse la paz, criticó acremente los acuerdos firmados por Madero porque, para él, significaban continuar el porfiriato aunque sin Porfirio Díaz: “Revolución que transa, revolución que se suicida”, expresó Carranza parafraseando a Saint-Just: “Quien hace revoluciones a medias, cava su propia tumba”.
A esta ceremonia se dieron cita el Tesorero Municipal, Ricardo René Rodríguez; el subdirector de Educación, Rodrigo Rodríguez; el comandante de la Estación Aérea Militar No. 5, Coronel Esteban Pérez Ceballos, en representación de la 41ª Zona Militar; y el Capitán de Navío Salvador Cuellar Hernández, de la 8ª Zona Naval.
