La piel es una de nuestras principales cartas de presentación, de acuerdo a su textura queda al descubierto qué tal andamos de salud, las costumbres alimentarias y hasta la edad que tenemos, pero esto no significa que siempre le prestamos la atención necesaria y es así como de pronto pueden aparecen en ella marcas como los lunares que aunque parecen inofensivos, pueden ser el principio de un problema serio, capaz de convertirse en cáncer.
En este caso se trata de células que generan pigmento oscuro y que en la piel se reflejan como lunares, que crecen y profundizan en la piel con el riesgo de generar metástasis, es decir, la propagación del cáncer a otras áreas del organismo.”, así lo describe la doctora Gladys León, miembro del Comité Académico de Dermatología de la División de estudios de postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM).
Obsérvate a ti mismo
No todos los lunares son malignos, sin embargo, es básico que aprendas a conocer tu piel, revisarla continuamente y a detalle, por lo menos una vez al mes, así podrás detectar si de pronto aparece una marca de este tipo, así como si sufre algún cambio ya sea en su apariencia, tamaño y pigmentación.
Cuando esto llega a suceder lo indicado es que visites de inmediato a un dermatólogo para que a partir de los estudios pertinentes, lo retire y envíe una muestra de él a un laboratorio para su análisis y así determinar si se trata de un melanoma maligno o no hay nada de qué preocuparse.
Esta información sólo la vas a poder obtener por medio de un profesional de la salud, una medida que puede salvarte la vida, por eso no es recomendable recurrir a las sustancias que en la actualidad se anuncian por televisión y que se pueden comprar de forma sencilla en cualquier farmacia. Hay que ser muy cuidadosos sobre todo cuando los lunares son pigmentados, cualquier procedimiento para retirarlos debe ser de forma quirúrgica”, aclara la experta.
Acude sin perder tiempo al especialista si observas los siguientes signos:
1. Cuando surge una lesión nueva, si tiene pigmento especialmente.
2. Si crece de forma rápida.
3. Si cambia de color.
4. Si se ulcera.
5. Si tiene la apariencia de verruga.
Conócete y no dudes en someterte a revisión médica ante cualquier cambio que notes en tu piel ni tampoco lo minimices, ponte en manos de un experto y deja que sea él quien determine el tipo de atención que requieres.