Las fuerzas de seguridad egipcias en El Cairo lanzaron un asalto contra el principal campamento de simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi, con un saldo de numerosos muertos.
El vicepresidente, Mohamed El Baradei, renunció al gobierno interino a raíz de la violencia.
La televisión egipcia dijo que al caer la noche las fuerzas de seguridad habían tomado el control del foco de la protesta de los partidarios de Morsi, cerca de la mezquita Rabaa-al-Adawiya, donde estuvieron durante varias semanas.