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La selección argentina necesitó el martes 118 minutos de juego y una nueva genialidad de Lionel Messi para eliminar a Suiza y avanzar a los cuartos de final del Mundial, en un partido en el que el equipo sudamericano atacó sin ideas y el suizo mostró un notable trabajo táctico para contener a su rival.
Messi superó a varios rivales en el epílogo de un encuentro que parecía destinado a un final con tanda de penaltis y centró a Ángel Di María, quien entró solo por la izquierda y definió con un preciso remate cruzado.
En los cuartos de final, Argentina se medirá con el ganador del partido entre Bélgica y Estados Unidos.
Argentina salió con la intención de presionar muy arriba a Suiza, con Ángel Di María y Ezequiel Lavezzi haciendo correr a los defensas rivales. Y las incursiones del extremo del Real Madrid dieron sus frutos, generando varias faltas en el comienzo.
En un encuentro con bastantes fricciones y con faltas en los dos lados, Argentina comenzó a controlar las acciones de a poco, cuando Lionel Messi logró un mayor contacto con el balón.
Suiza planteó un partido inteligente, con una marcación severa aunque no demasiado férrea sobre los jugadores más rápidos de Argentina, especialmente Messi, y se mantuvo agazapada en su terreno hasta que encontró los momentos oportunos para atacar.
Los 30 primeros minutos prácticamente pasaron sin emociones, pero a partir de ahí se sucedieron algunas jugadas de peligro para los dos arcos.
A los 27, el portero argentino Sergio Romero frenó un remate de Granit Xhaka tras una gran jugada individual de Xherdan Shaqiri.
En la jugada posterior, un disparo de Lavezzi fue contenido por Diego Benaglio, y un minuto después Ezequiel Garay no logró enganchar un saque de esquina de Messi a un metro de la portería.
Suiza asustó de nuevo a los 38 minutos, cuando tras un rápido contraataque Admir Mehmedi remató de una forma muy débil ante un Romero que no se animó a salir a taponarlo con rapidez.
En la segunda parte ambos salieron animados en ataque, con Suiza manteniendo su impecable seguimiento a Messi.
Benaglio traspasó su defensa en un par de oportunidades, pero Argentina siguió careciendo de ideas y Messi no tuvo acompañantes para desarrollar su juego.
Y Suiza, con su impecable orden táctico y sus cambios frescos, mantuvo a raya a la “albiceleste” durante los 90 minutos reglamentarios.
En la prórroga las cosas tampoco cambiaron demasiado, con una Suiza por momentos animada en ataque pero nunca perdiendo la concentración.
