La boca, la ventana de nuestra salud general

A partir de ahora la diabetes la podrá también diagnosticar el profesional de la atención bucodental, o casi. Esto es lo que se pretende con un innovador protocolo de actuación que quiere evaluar el riesgo de sufrir diabetes no conocida en pacientes que acuden al odontólogo y que ha sido diseñado por el Grupo de Trabajo «Diabetes y Enfermedad Periodontal», integrado por especialistas de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Tras ser probado y validado, se pretende que pueda extenderse por toda España.

«La atención odontológica puede ser un aliado adecuado para la lucha contra la diabetes tipo 2», así lo cree el presidente de SEPA, David Herrera, quien reconoce que «las clínicas de atención bucodental, compuestas por un amplio y variado equipo multidisciplinar de profesionales, pueden servir para detectar lo antes posible el riesgo de sufrir diabetes», contribuyendo así a combatir uno de los principales problemas que subsisten actualmente en el abordaje de esta enfermedad metabólica: el diagnóstico tardío.

El fin de este proyecto, impulsado por la Fundación SEPA en colaboración con otras sociedades científicas, es convertir al profesional de la salud bucodental en un colaborador activo de promoción de salud general y detección precoz de enfermedades sistémicas, erigiéndose en un aliado esencial para otros profesionales de la salud.

Según un reciente estudio en España (di@bet.es, elaborado por CIBERDEM), en España hay una prevalencia de diabetes tipo 2 del 13,8%, (más de 5,3 millones de personas), con un 7,8% de diabetes diagnosticada (casi 3 millones de personas), mientras que un 6% (más de 2,3 millones de personas) desconocerían su situación. La diabetes mellitus tipo 2 es una epidemia global que induce importantes complicaciones (fundamentalmente cardiovasculares), que provocan una alta morbilidad y mortalidad. Sin embargo, a pesar de su magnitud y graves consecuencias, hay muchas personas con diabetes que no han sido diagnosticadas. Este retraso induce, entre otras consecuencias, mayores riesgos para los pacientes y costes más elevados para el sistema sanitario. «La actuación precoz puede prevenir la progresión a diabetes, y puede evitar y retrasar las múltiples complicaciones crónicas de esta enfermedad», destaca el Juan Girbés, de la SED.

En esta misma línea se pronuncia Fernando de la Torre, de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) y de la Federación de Diabéticos de la Comunidad Valenciana (FEDICOVA), que considera que «este tipo de iniciativas suponen un impulso en la detección precoz de la diabetes ya que uno de sus principales problemas es el diagnóstico tardío. Así, se podrá identificar los pacientes con alto riesgo de padecer diabetes, pudiendo derivarlos al profesional sanitario más adecuado».

En este contexto, asegura Herrera, «los profesionales de la salud bucodental pueden ayudar a detectar a estas personas con prediabetes o con diabetes no diagnosticada, en consultas rutinarias para controles de salud bucodental, en revisiones de mantenimiento y/o en intervenciones puntuales». De hecho, en los últimos años se han acumulado muchas y sólidas evidencias científicas y clínicas que ponen de manifiesto la estrecha relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales.

Girbés, explica que «la diabetes y la enfermedad periodontal presentan una relación bidireccional: por un lado, la diabetes incrementa unas tres veces el riesgo de sufrir periodontitis, especialmente si hay mal control glucémico, y por otro lado, la existencia de periodontitis afecta negativamente al control glucémico de las personas con diabetes y contribuye a la aparición de complicaciones de la diabetes». Incluso, se ha demostrado que el tratamiento periodontal conduce a mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes.

Cribado de pacientes

Partiendo de esta vinculación, se considera que la atención y cuidado bucodental puede desempeñar un papel importante en el manejo de personas con diabetes, abriéndose la posibilidad de utilizar en este contexto herramientas de «cribado» para identificar pacientes con riesgo elevado de padecer diabetes mellitus sin diagnosticar o con prediabetes. Por ello, la SED y SEPA han puesto en marcha una iniciativa para elaborar e implementar en la atención odontológica protocolos mixtos de evaluación del riesgo de sufrir diabetes no conocida.

El proyecto, que inicialmente se validará en la Red SEPA de Clínicas de Investigación, integrada actualmente por medio centenar de clínicas distribuidas por toda España, está coordinado por David Herrera González, Eduardo Montero Solís, de la Universidad Complutense de Madrid, y por José Luis Herrera Pombo, coordinador del Grupo de Trabajo SEPA-SED y ex presidente de SED.

La iniciativa cuenta, además, con evidencia científica sólida. «Sabemos que los protocolos de cribado para diabetes mellitus tipo 2 realizados en el ámbito de la atención bucodental son efectivos y, por tanto, los profesionales odontológicos pueden jugar un papel relevante en la detección de diabetes no diagnosticada», asegura el presidente de SEPA.

Capacidad diagnóstica

En el protocolo previsto se parte de la hipótesis de que las personas que combinen un riesgo elevado de tener diabetes (evaluado por el test denominado FindRisc) y una peor salud periodontal (determinada por el Examen Periodontal Básico, EPB) tendrán más posibilidades de padecer diabetes o prediabetes no diagnosticada y, por lo tanto, serán candidatas a hacerse una revisión específica para confirmar o no esta sospecha. Además, este protocolo evaluará la capacidad diagnóstica de diferentes recursos, valorándose su utilidad para distinguir entre personas sanas, con prediabetes o diabetes. Así, se evaluará el porcentaje de pacientes que, de acuerdo a las diferentes estrategias diagnósticas empleadas, finalmente hayan podido confirmar o no un diagnóstico de diabetes o prediabetes.

Para la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que avala este tipo de iniciativa de colaboración entre profesionales de la salud de distintas disciplinas, no cabe duda que «se trata de una acción innovadora, que da valor a los profesionales de la salud bucodental como promotores de la salud general», destaca Rafael Micó, de SEMERGEN.

La boca es una ventana que nos permite asomarnos al estado de salud general. Por ello, dando un paso más, «la colaboración estrecha entre odontólogos y médicos de Atención Primaria o de Atención Especializada va a facilitar un mejor manejo de otras muchas enfermedades», afirma Micó, que destaca la existencia de un convenio de colaboración de SEMERGEN y SEPA para fomentar iniciativas formativas y divulgativas de este tipo.

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