Sencilla y sin discurso de apertura se celebró la ceremonia de inauguración de la Copa del Mundo Brasil 2014, sobre la cancha de la Arena de Sao Paulo, donde a continuación se desarrollará el partido entre Brasil y Croacia.
Una duración de 26 minutos la convirtió en el acto más breve en la historia de las ceremonias de inauguración de los mundiales, donde se estila un discurso del gobernante en turno y del titular de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), que en esta ocasión no ocurrieron.
El momento futbolístico más álgido fue la patada inicial realizada por un joven parapléjico.
La ceremonia inició con el ingreso de una esfera gigante sobre la cual se proyectó la bienvenida en varios idiomas, para luego dar paso a la naturaleza brasileña con personas semejando árboles, plantas y flores.
También aparecieron indígenas en canoas, para dar paso al colorido de bailarines y otros personajes con instrumentos musicales del folclor del país.
Sobre la cancha aparecieron símbolos futbolísticos: una árbitro con una tarjeta con el número 20, la edición de la Copa del Mundo; acróbatas con un balón sobre la cabeza y vestimenta hecha a base de hexágonos, a modo de los gajos de una pelota de futbol, y niños con pequeños balones pateando.
La bandera de Brasil hizo su aparición y la esfera, que dio la bienvenida, se abrió como una flor y en su plataforma aparecieron Claudia Leitte, Jennifer López y Pitbull para cantar “We are one”, la canción oficial del Mundial.
Así fue el final de la ceremonia de inauguración, donde robaron cámara Leitte y López, esta última que había dicho que no asistiría, para retractarse casi de última hora.