El 10 de julio de 2011 vino a la mente de todos los mexicanos el pasado 19 de octubre. Pero dicho recuerdo pronto se manchó.
La selección mexicana debutaba en el Mundial Sub-17 de Emiratos Árabes Unidos como campeón de la categoría. Nigeria era el rival.
Tras un 1-2 en contra tras la primera mitad, acabó goleado 1-6. Las sombras cubrían el título que los aztecas habían ganado a Uruguay en el Estadio Azteca dos años antes.
Raúl Gutiérrez y sus muchachos derrotaron 3-1 a Irak para recomponer el camino, pero su juego no fue bueno y dejó muchas dudas aún.
Para cerrar la fase de grupos, encuadrado en el F, México topó con Suecia y lo venció 1-0, dejando una mejor impresión.
El Tri acabó segundo de grupo con seis unidades, lo que lo dejaba ante Italia en los octavos de final, venció 2-0. Luego el turno fue con Brasil y tras un 1-1, México necesitó de 24 penales para avanzar a semifinales y vencer 3-0 a Argentina. El funcionamiento azteca fue convenciendo cada vez más.
Nigeria derrotó a Suecia 3-0 en la segunda semifinal para ser finalista.