El ruso Aleksandr Menkov voló hasta los 8,56 metros en busca del primer título de salto de longitud en el Mundial de Atletismo que consigue un atleta europeo, en tanto que el mexicano Luis Rivera, bronce con 8,27, dejó fuera del podio al español Eusebio Cáceres, cuarto con 8,26.
La medalla de plata, con 8,29, fue para el holandés de origen ghanés Ignisious Gaisah en un concurso muy igualado, a excepción del primer puesto.
Con el campeón olímpico, el británico Greg Rutherford, eliminado en la calificación y el estadounidense Dwight Phillips, cuádruple campeón mundial, en horas bajas por las lesiones, la final se presentaba muy abierta, con tres atletas situados, por marca de la temporada, un peldaño por encima del resto.
Luis Rivera, líder mundial con 8,46 (batiendo por 16 centímetros su marca anterior); Menkov, segundo con 8,42, y Eusebio Cáceres, tercero con 8,37, aspiraban a conseguir en Moscú sus primeras medallas en grandes campeonatos.
Pero Cáceres había señalado a Menkov, campeón de Europa en sala, como claro favorito en detrimento del mexicano, que con 26 años se ha centrado en el atletismo después de licenciarse como ingeniero. El ruso había saltado cinco veces más de 8,30 este año y contaba, además, con el apoyo incondicional del público.
Los ocho metros empezaron a menudear en los marcadores desde la primera ronda. Christian Reif (8,18), Menkov (8,14), Ignisious Gaisah y Cáceres (ambos 8,09), Damar Forbes (8,02) y Godfrey Mokoena (8,00). Rivera se había estrenado con 7,92 pero se entonó en el segundo turno (8,16).
Cáceres reclamó palmas al público para ejecutar su segundo salto. Ajustó el pie a cinco centímetros de la tabla y se fue a los 8,25, clavando la marca de la calificación. El español se ponía primero, pero el concurso no había hecho más que empezar. La media de las marcas ganadoras en los seis últimos Mundiales era de 8,48.
Las cámaras descubrieron entonces a Cáceres, cuyo nombre ni siquiera aparecía en el vistazo previo que los organizadores ofrecen de cada jornada.
El reto, para Cáceres, era convertirse, pese a su juventud (21 años), en el primer campeón mundial europeo y de raza blanca en longitud, pero ese mismo objetivo lo perseguía Menkov, de 22, que en la tercera ronda sacó el salto que el propio campeón español había certeramente previsto: 8,52, mejor marca mundial del año.
El vuelo del ruso obligaba a Cáceres a batir su récord personal por 15 centímetros para ganar el título. En el tercero bajó a 8,17 y la final pasó el ecuador con Menkov ya inalcanzable, seguido del español, del alemán Christian Reif (8,22) y de Rivera (8,17). Dwight Phillips, el griego Louis Tsatoumas y el chino Jinzhe Li, los tres peores, se despedían en ese punto.
Cáceres hizo un nulo largo en el cuarto y, ya en el quinto, Gaisah, un ghanés que estrenaba nacionalidad holandesa, le relegó al tercer puesto con 8,29, y Rivera le sacó del podio con 8,27. El español se puso a un sólo centímetro del bronce (8,26), y, a un nivel muy superior al resto, Menkov terminó de asegurarse el oro con los 8,56 de su quinto salto.
El título estaba asegurado para el ruso. Para las otras dos medallas había cinco candidatos en el estrecho margen de siete centímetros, pero la clasificación no se movió. Cáceres se despidió con 8,20, aplaudiendo al público por su apoyo.
Rivera, eliminado en la calificación de los Juegos de Londres y debutante en unos Mundiales, le había faltado consistencia este año. En la mitad de las 14 competiciones que había hecho no había superado los ocho metros. Hoy se consagró entre los grandes.
Luis Rivera se convirtió en el primer mexicano en conseguir una medalla en el Mundial de Atletismo en pruebas de campo, mientras que fue la décima tercera presea para el país.