En la pasada sesión del Pleno del Congreso de Jalisco, se aprobó una iniciativa presentada por el diputado Salvador Zamora Zamora de Movimiento Ciudadano y José Luis Munguía Cardona del PAN. En ella se pide que el Secretario Técnico del Consejo Estatal de Trasplantes de Órganos y Tejidos del Estado de Jalisco, supervise y haga respetar el orden cronológico de los receptores en relación a la asignación y distribución de órganos y se dé prioridad a los más vulnerables, permitiendo principalmente a los niños y niñas por ser los más desprotegidos.
Así mismo, el exhorto aprobado por el Congreso, dice que este Consejo deberá instruir a las coordinaciones dependientes de él, a efecto de mantener a la población jalisciense debidamente informada en materia de trasplantes y donaciones y con ello incentivar la cultura de la donación de órganos y tejidos en la ciudadanía de Jalisco; evitando en toda medida que se lucre con la vida humana.
Afortunadamente, hoy en día, gracias a la tecnología médica en los últimos años, trasplantar células, tejidos y órganos humanos se ha convertido en una práctica mundial como una alternativa a la que muchas personas han recurrido para sustituir un órgano ó tejido que perdió sus funciones, lo que les ha permitido alargar y mejorar su calidad de vida.
Como eje de apoyo para reducir el número de mortalidad por padecimientos susceptibles de ser corregidos mediante un trasplante, nació en México el 19 de enero de 1999 el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) a quien entre sus funciones se le encomendó promover, apoyar y coordinar a las instituciones de salud de los sectores público, social y privado, con el fin de contribuir al desarrollo de la terapéutica de los trasplantes en México y coadyuvar a la creación de los consejos estatales de las entidades federativas. En este sentido se creó en Jalisco el 17 de junio de 1999 el Consejo Estatal de Trasplante de Órganos y Tejidos (CETOT) quien tiene la autoridad en el Estado para operar y dirigir el control y distribución de órganos.
Lamentablemente, en nuestro País la tasa de donación de órganos y tejidos es muy baja; sólo donan siete personas por cada millón de habitantes. Según datos del Registro Nacional de Trasplantes existen hasta el día de hoy 17,448 mexicanos que se encuentran inscritos en la lista de espera, donde impacientemente esperan por un trasplante. Aquí en Jalisco el Consejo Estatal de Trasplante de Órganos y Tejidos reporta que existen 4,388 personas que esperan se les asigne el órgano que necesitan para seguir viviendo.
Las estadísticas en este tema no son nada favorables, la disponibilidad de órganos y tejidos resulta insuficiente y en muchos hospitales inexistente, creando un profundo abismo entre la oferta y la demanda que por factores médicos, sociales, psicológicos, éticos y legales, así como por la falta de información a la ciudadanía han generado apatía en el ciudadano para donar, repercutiendo en un problema grave de salud, mientras la lista de espera sigue creciendo aceleradamente por la demanda constante de quienes requieren un órgano que mejore su salud.
También, desgraciadamente en la sociedad existen oportunistas, que en algunas ocasiones pertenecen a instituciones públicas o privadas del sector salud; haciendo del tráfico de órganos una manera de lucrar de manera ilegitima con el dolor y la angustia de un ser humano.
Es por esto que la presente iniciativa tiene como objetivo buscar mecanismos que brinden mayor protección y apoyo a quienes se encuentran más desprotegidos en la distribución y asignación de órganos.