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Eran las 12:00 horas en punto cuando la alarma con penetrante ruido empezó a sonar en las calles de la colonia la Aurora, un supuesto movimiento telúrico del sismo de 7.5° hacia a los más más pequeñitos de la zona salir corriendo de sus escuelas, todos con las manos a tras de la nuca queriéndose proteger la cabeza.
Al mismo tiempo que los infantes salían con sus maestras para colocarse en un lugar seguro, el cuerpo de bomberos penetraba en el lugar con su inconfundible sirena, todos congelados por el ruido, mantenían la calma en las esquinas de las calles, donde se podía cuantificar apenas a 100 personas.
Poco a poco los vecinos salían de sus hogares, los callejones de los estacionamientos de aquellos viejos e inconfundibles edificios que componen el primer complejo de la colonia la Aurora apenas se veían poblados, pues aunque se esperaba que salieran 5 mil habitantes, a lo mucho eran 2 mil, esto frente a la iglesia y sus alrededores; sin embargo Protección Civil cuantifico un total de 3 mil 823 personas ¿De dónde? no sabemos, solo sabemos que ese fue el número oficial.
Las madres abrazando a sus hijos salían de todas partes, mientras que los más grandes de la tercera edad tomaban su tiempo en incorporarse, todos participaron más que por curiosidad que por educación, pues algunos ni sabían dónde resguardarse, pero ahí estuvieron presentes para presenciar el show de índole rescatista, muy bien actuado por cierto, pues los diferentes elementos de protección civil se veían realmente preocupados; lo mismo por parte de los 13 afectados, quienes pasaban en son de llanto y queja por los diferentes padecimientos.
Lo que sí se pudo constatar desde los pocos minutos, fue el muy bien organizado ejercicio de rescate, pues cada uno de los edificios era escenario de un diferente tipo de representación catastrófica. En primera instancia se rescató a una joven que estaba atrapada en su departamento, esto a 4 pisos de distancia, motivo por el cual un elemento de protección civil subió a rapel por las paredes externas hasta llegar por la ventana a rescatarla y bajarla a rapel.
Uno de los 13 intrépidos e impactantes rescates que se presentaron fue el de un joven que tenía fracturas por el desplome de algunas estructuras del edificio, quien fue trasladado en camilla hasta el techo del edificio de donde fue bajado encamado con un tipo de grúa que lo deslizaba lentamente hasta el piso, donde ya lo esperaban algunos enfermeros.
El ejercicio que inició a las 12:00 horas, logró evacuar en 11 minutos a las 3 mil 823 personas que fueron registradas, sin embargo la operación triunfo de la Marina, Cuerpo de Bomberos, Protección Civil, Seguridad Pública y Tránsito municipal tuvo una dura duración de 32 minutos, y digo dura porque fue bajo el sol, a media hora del día, donde todas las labores se hacen con el doble de sudor en la frente; pues bastó ver como le sufrieron cada uno de los participantes en dicho simulacro.
Poco después de que las autoridades se reunieron para dar un panorama de los hechos que no fueron catastróficos afortunadamente, se cuestionó la falta de cultura en casos de emergencia que carece la población en general, esto por la baja participación.
Osvaldo Hernández Arvizu, segundo comandante regional de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos del estado de Jalisco fue quien confirmó que si hubo buena participación de los planteles, el 70 por ciento de lo que se había planteado, pues argumentó que hubo poca participación de la ciudadanía debido a que muchas de las personas están trabajando y algunas otras no quisieron participar.
Sin embargo el ejercicio en su totalidad lo calificó con una muy buena respuesta en tiempos de rescate, pero si recalcó que en esta primera ocasión fue muy floja la participación de la gente,
Cabe mencionar que en el operativo estuvieron 163 autoridades presentes, así como 43 voluntarios, quienes estuvieron desplegados en diferentes zonas de la colonia, sobre todo en la Iglesia, las escuelas y los alrededores.
