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La guerra contra el narcotráfico está cada vez peor en México y por el contrario, los grandes cárteles de las drogas tienen cada vez más poder, dice el portal estadounidense Business Insider, en un despacho firmado por Jeremy Bender.
Son casi 8 años desde que inició la “violenta” guerra contras las drogas, han pasado ya dos administraciones presidenciales, pero la guerra contra el “narco” está cada vez peor y son pocos los indicios de que los cárteles de la droga estén disminuyendo su poder, indica el medio estadounidense.
El Business Insider recuerda que la “guerra” inició formalmente en diciembre del 2006, impulsada por el ex Presidente panista Felipe Calderón, para luego continuar con su sucesor, el priista Enrique Peña Nieto.
La “guerra” de Calderón golpeó a los líderes con alto perfil de los cárteles, pero al mismo tiempo, se desencadenó la violencia en todo el territorio mexicano, sin vislumbrarse que estuviera cerca la derrota para los traficantes de drogas.
“Ahora, todo se está volviendo aún peor”, dice el portal estadounidense, sin importar todas las capturas que el gobierno de Peña Nieto ha presumido en los medios nacionales.
La más recientemente de éstas fue la de Omar Treviño Morales, el jefe del “tristemente célebre” Cártel de los Zetas, quien fue detenido en marzo. El arresto de Morales llegó una semana después de la captura de Servando Gómez “La Tuta”, jefe del Cártel de los Caballeros Templarios, el narcotraficante más buscado de México, dice el Bussines Insider.
Sin embargo, la estrategia de atacar a los jefes de los cárteles o “capos”, no ha logrado sofocar la violencia y mucho menos traer la seguridad a los mexicanos.
Por el contrario, al menos 60 mil personas han muerto entre 2006 y 2012 como resultado de la guerra contra las drogas, misma que sigue desatada entre “todos contra todos”: los cárteles, los grupos parapoliciales, el Ejército y la Policía.
El “derrocamiento” de los narcotraficantes de alto nivel también ha contribuido a la fragmentación de los cárteles, lo que lleva a la aparición y crecimiento de nuevos grupos, algunos mucho más “militarizados” que se han enfocado a atacar los miembros del Ejército, dice el medio estadounidense.
La última amenaza que surgió en México es el de Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), dice el Bussiness Insider.
La mayoría de los traficantes de drogas no tienen una postura explícita contra el gobierno, ya que que son paramilitares criminales, no grupos insurgentes, dice el portal.
Pero el CJNG, indica el medio, ha demostrado estar dispuesto a atacar de forma directa a los militares y a la Policía en verdaderas “batallas campales”, mismas que se desarrollan inclusive a plena luz del día.
El 1 de mayo, recuerda el portal, el CJNG llevó a cabo ataques en Guadalajara, Jalisco, después que las autoridades federales llevaron a cabo una operación contra el líder del cártel, Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”.
El Jalisco Nueva Generación llevó a cabo ataques incendiarios en dos docenas de ciudades de todo México (Jalisco, Colima, Guanajuato), estableció narcobloqueos, y derribó un helicóptero militar con una granada propulsada por cohete.
Ese incidente fue sólo el último de una serie de ataques contra las fuerzas de seguridad mexicanas, dice el Bussines Insider. La nota de Bender dice que el 7 de abril, el cártel realizó una emboscada contra un convoy de oficiales de seguridad de la policía estatal de elite, que iban de camino a Guadalajara. Quince policías murieron en el asalto y otros cinco resultaron heridos.
El portal cita un análisis de Insight Crime, en el que se indica que varios factores han alimentado el “meteórico” ascenso del CJNG desde el año 2010.
Los orígenes del grupo dentro del cártel de Sinaloa les ofrecieron oportunidades de negocio y conocimiento práctico. Y la relativa estabilidad del estado de Jalisco permitió al grupo expandirse y consolidarse, sin tener que realizar costosas batallas territoriales para establecer un control inicial.
Por otro lado, la relativa debilidad de los cárteles establecidos en los estados vecinos, también permitió que el CJNG se expandiera hacia el exterior sin mucha resistencia, recuerda el Bussines Insider.
El CJNG también se ha agrandado porque es diferente a otros grupos de narcotraficantes, asegura el portal estadounidense. El Cártel de Jalisco Nueva Generación se presenta así mismo como un grupo paramilitar nacionalista dirigido a derrotar a otros cárteles y llevar estabilidad a todo México, como si fuera una especie de “Robin Hood”.
Sin embargo, esta narración ficticia ha pasado a segundo plano, ya que el cartel está llevando a cabo ataques contra miembros de las fuerzas armadas mexicanas.
Los ataques contra las fuerzas de seguridad mexicanas, que antes habían un hecho poco habitual, se han incrementado, tal vez, dice el Bussines Insider, como resultado de la influencia del CJNG.
El 18 de abril, siguiendo el ejemplo de la CJNG, el cártel del Golfo lanzó ataques contra las fuerzas de seguridad y prendió fuego a varios vehículos en Reynosa, Tamaulipas, después de que el líder del Cártel fuera arrestado. Dos agentes de seguridad resultaron heridos en el incidente.
En medio de los ataques de los cárteles sobre las fuerzas del gobierno, la seguridad la ha proveído fuerzas de defensa ciudadana: grupos de milicias parapoliciales que se han levantado en armas para contrarrestar a los cárteles. Pero ahora, en el estado de Guerrero, por ejemplo, los dos principales grupos de milicias de autodefensa han comenzado a luchar entre sí.
Estas fuerzas de defensa civil están activas en al menos 11 estados mexicanos. Aunque algunos grupos reciben algún grado de compensación del gobierno, a veces también recurren a tácticas tipo cártel, como la extorsión, el narcotráfico y el secuestro, dice el Daily Beast, citado por el Bussines Insider,
Inclusive, algunos de los miembros de las defensas han pasado a formar parte de los cárteles, incluyendo el del CJNG.
Los grupos de vigilantes ciudadanos tomaron un papel decisivo en la guerra contra los Caballeros Templarios en el estado de Michoacán. Ahora dicho cártel se ha debilitado y las autodefensas están sucumbiendo a luchas internas, permitiendo que el CJNG se extienda por todo el estado, señala Borderland Beat, citado por el portal.
Ciertos grupos de autodefensas, incluso, han funcionado como extensiones del CJNG. Diversos fiscales mexicanos, dice el medio estadounidense, han denunciado que algunos vigilantes ciudadanos estaban alineados con el Cártel sinaloense, o por lo menos recibieron el apoyo del CJNG.
De ser cierto, dice el Bussines Insider, sería demostrar cómo el “astuto” CJNG ha conseguido usar la desafección pública contra los carteles rivales, para avanzar en su propia influencia y poder.
Al mismo tiempo, entre la pseudo insurgencia y la violencia de los grupos de autodefensa del CJNG, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU encontró que la guerra contra las drogas se ha venido profundizado, derivando en una cultura de la ilegalidad e impunidad entre la sociedad mexicana.
Una abrumadora mayoría de los asesinatos en todo el país no han sido investigado a fondo y algunos ni siquiera han sido denunciados. De acuerdo con la ONU, sólo el 12 por ciento de los 102 mil 696 homicidios que tuvieron lugar en México entre diciembre de 2006 y noviembre de 2012, fueron investigados. De dichos homicidios, se estima que el 70 por ciento eran relacionados con las drogas.
Este fracaso continuo de las instituciones cívicas, asegura el Bussines Insider, así como la confluencia potencial de los cárteles y las milicias parapoliciales, muestran que la guerra contra las drogas desarrollada en México está constantemente transformándose, en lugar de trabajarse hacia una conclusión real.
La verdad es que los nuevos cárteles y organizaciones criminales se aprovechan del caos que impera en el país, finaliza el medio estadounidense.
