El hoy no circula ante la contingencia ambiental

Por Claudia Ubaldo

Luego de analizar diversas opiniones de quienes circulan diariamente por la Ciudad de México, no sólo en automóvil sino también quienes viajan diariamente en transporte público, se puede notar que este problema de gravedad tiene en su raíz diferentes factores: sobrepoblación, industrias mal reguladas y llenas de corrupción, trasporte público deficiente, construcciones masivas, basura por doquier, etc.

Pero quién puede opinar al respecto sino quienes viven a diario y perciben el problema de manera consiente. No basta con quejarnos y decir que todo está mal. Vayamos más profundo; al meollo del asunto.

Realmente no se trata de implementar solamente un hoy no circula o un doble hoy no circula. Está visto que más allá de ayudar genera un círculo vicioso, pues si no puedes circular y tienes el poder económico de adquirir un auto que circule por más tiempo lo harás sin pensarlo solo por no viajar en trasporte público. Esto es que la gente siempre está pensando en su propia comodidad.

Pero como dije antes, se trata de ir al fondo de todo y de ahí realmente generar un cambio. Hablo de descentralizar los empleos, generar más posibilidades de trasportarte lo menos lejos posible, evitando el uso del auto por más tiempo; dar el mantenimiento y verificación periódicamente al transporte público. Si fuese posible renovarlo todo por un trasporte verde para que genere muchas menos emisiones.

Vemos también que desde que el nuevo reglamento de Tránsito entró en vigor hizo más visible el problema. La reducción de velocidad ha dado como resultado el consumo de más gasolina. El que ya no haya vueltas continuas genera detener el flujo vehicular más tiempo. Esto significa no avanzar nada pero se mantiene el motor del auto encendido por más tiempo y, por ende, genera aún más emisiones.

Por ello, implementar el hoy no circula sólo es la excusa perfecta para tapar todo lo que en trasfondo está mal y que la ciudadanía tendrá que respetar, si quiere también aportar algo al cambio, más por imposición que por iniciativa propia.

Al final sabemos que ésta no es la solución pero sin duda ayuda un poco también a hacer consciencia del uso del vehículo, pues también es un hecho que se usa un auto por persona y desafortunadamente ya no cabemos en la ciudad.

Sin duda aquí radica el problema, pues si reflexionamos al respecto vemos que la densidad poblacional ha llegado a su límite y pienso que este es el primer problema en el que se debe trabajar si queremos mejorar nuestra calidad de vida para un futuro cercano.

 

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