La exposición colectiva “Peligro de exclusión” de las artistas vallartenses Rebeca Santiago Jiménez, Paloma Camarena y Carmina Díaz continúa en exhibición en el Museo de Arte Peter Gray del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), hasta el próximo viernes 11 de mayo.
La muestra, integrada por 25 piezas en técnicas mixtas (óleo, acrílico sobre tela y sobre madera), surge –de acuerdo a sus autoras– de la necesidad de reflexionar y dar respuesta, desde el arte, a las situaciones cotidianas de agresión que viven las mujeres en México.
“Pareciera que vivimos un mundo que es muy justo, muy igualitario, pero la verdad es que día a día recibimos agresiones y violencia de muchos tipos”, dice al respecto Rebeca Santiago. “En base a eso fue que empezamos a dibujar y a pensar en la problemática en que día a día nos enfrentamos y cómo lo resolvemos”.
La violencia, el feminicidio, el matrimonio infantil, la falta de reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, la migración, la trata de personas y el deterioro del medio ambiente, son tan sólo algunas de las realidades que las artistas identifican y que “parecen esconderse”, normalizarse, en la cotidianidad.
“Como artista no puedes ser indiferente a todo esto”, asegura Paloma Camarena. “A mí me conflictuaba cómo plasmarlo en un lienzo para realmente transmitir lo que estoy sintiendo, sin ofender, sin que fuera grotesco. Pero que, al mismo tiempo, la gente lo viera y no le fuera indiferente. Que se sensibilizara de alguna manera”.
Santiago, Camarena y Díaz toman a los movimientos feministas surgidos en los años 60 y 70 del siglo pasado como punto de partida para motivar su propia reflexión y preguntarse: ¿Cómo es que llegamos hasta aquí?, ¿qué nos pasó en el camino que dimos por sentado que habíamos alcanzado la meta y la igualdad?
El trío de artistas coincide en que en la actualidad en México y el mundo se vive un retroceso cada vez más evidente que, a fuerza de repetirse en forma de violencia, termina por normalizarse y amenazar no sólo a las mujeres, sino a cualquier grupo minoritario o en situación de vulnerabilidad. Ese es el verdadero “peligro de exclusión”.
“Tenemos que encontrar la manera de abrir otra vez esa brecha y expresar lo que sentimos, nuestra inconformidad, lo que pensamos, lo que queremos… la lucha, la esperanza no ha muerto. Si nos logran silenciar, ese sí es un problema que debemos de estar conscientes y enfrentarlo”, asegura Rebeca Santiago.
Las artistas confían en que con el resurgimiento del feminismo y el auge de movimientos como #MeToo que visibilizan el acoso sexual, las nuevas generaciones de mujeres y hombres eventualmente tomen la batuta y, desde la crítica y la acción, contribuyan a reducir la desigualdad.
“Critiquemos, pensemos, cuestionemos. Los jóvenes, ¿qué van a hacer: conformarse o volver a tener una voz, una crítica, una denuncia, una demanda y una esperanza? Es su lucha finalmente. Es la de todos, pero es su tiempo. El nuestro está ya pasando”, concluyeron.