Candelaria Tovar, una apasionada del servicio, del estudio, y del trabajo

Por Sandy Arenas

Una apasionada del servicio, del estudio y de la educación continua, enfermera de profesión, Candelaria Tovar Hernández, hija de un herrero que se fue a trabajar a los Estados Unidos y logró jubilarse en el vecino país, e hija de un ama de casa dedicada al cien por ciento a su familia, se dibuja a sí misma como una mujer que toda su vida ha trabajado, que toda la vida ha estudiado, y que toda la vida se ha dedicado a servir.

Ella se recuerda desde los 14 años, cuando inició como voluntaria en la Cruz Roja, y después, cuando realizó su servicio social como estudiante de enfermería en la clínica hospital 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social, de la que aún forma parte.

Su vocación de servicio a los demás la recibió de su amorosa madre, que hizo de su familia su oficio y su vida. Con esta convicción de ser parte de una gran familia, Candelaria Tovar Hernández supo formar la suya propia sin dejar de pertenecer y de estar cerca de sus padres (ya finados ambos), y de sus hermanos, y de sus hermanas.

De su matrimonio con Arturo Dávalos Peña, un servidor público de toda la vida y actual presidente municipal de Puerto Vallarta desde octubre pasado, ingeniero de profesión, recuerda que su relación fue un auténtico amor de estudiante, pero que perduró a sus estudios universitarios, —que ambos realizaron en la ciudad de Guadalajara—.

Como parte de una gran familia (10 hermanos) y con una gran familia (tres hijas), Candelaria Tovar Hernández, asumió, en octubre pasado, la presidencia nada más y nada menos que del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Puerto Vallarta, donde ahora se aplica a ayudar a que las familias del municipio, a que sean tan plenas y felices como la suya propia.

Ella nunca separó su pertenencia familiar de su vida laboral, y en consecuencia combinó de manera magistral sus funciones en el hogar, y las del IMSS, (ahora en este momento en DIF), de modo que siempre está heredando a sus hijas sus valores fundamentales de: 1) familia, 2) estudio, y 3) trabajo.

La también cursante de la maestría de Gestión Directiva en Salud, es una convencida del valor la familia, de la fortaleza que significa en el desarrollo de las personas, y de la trascendencia de la misma en la vida de los individuos y de las comunidades.

Desde su experiencia ahora ella se encuentra en la oportunidad de poner todo lo que es, su experiencia como profesional de la salud pública, su grandeza de corazón, y su amor al trabajo en beneficio de los demás, para contribuir al enorme reto de devolver a la sociedad la veneración y el respeto por sus mayores.

Uno de los proyectos de la ciudad, que Candelaria Tovar Hernández encabeza desde la presidencia del DIF junto con su esposo y presidente municipal, Arturo Dávalos Peña, es la rehabilitación del inmueble del asilo de ancianos de Puerto Vallarta, como una señal inequívoca de la importancia que debe dar la gente a sus predecesores.

Quienes conocen a Candelaria Tovar Hernández y a su familia, no les extraña sean gente como uno. Eso de estar al frente del gobierno municipal, al lado de su esposo Arturo Dávalos, ambos lo han tomado como algo circunstancial, más como una oportunidad de servir que como un privilegio.

 

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