Una rescatista de vida animal en Puerto Vallarta

Sandy Arenas
Ser rescatista no nada más es para los humanos, también existen los rescatistas de mascotas, gatos y perros. Ana Reyes, es una joven de Puerto Vallarta que pasó de la simple simpatía y buena voluntad para ayudar a los rescatistas de animales, a convertirse en una salvadora de vida animal, con todo el esfuerzo y desgaste que ello conlleva.
Cada dramático caso de abandono irresponsable de perros o gatos le impulsa, la catapulta a clamar ayuda a los dueños de mascotas, para que lleven a sus animales a esterilizar, pues con ello cortarían el eterno  círculo vicioso, de estar en cada parto, arrojando a bebes animales a la calle, por la incapacidad para albergarlos en sus viviendas.
“Es necesaria y obligatoria la esterilización, porque evitas no solo más crías sino un gran número de enfermedades, muchas de ellas muy dolorosas y altamente costosas, como suelen ser los tumores o las infecciones de transmisión sexual, o simplemente los periodos de celo, que hacen que tu casa este rodeada de machos queriendo agarrar a tu hembra”, insiste Ana al destacar que Puerto Vallarta es la única ciudad en todo México, donde es posible realizar esterilizaciones gratuitas, todo el tiempo, basta pues con solo querer para poder esterilizar.
Ana Reyes aprovechó para recordar que para los días 8 y 9 de julio, en la Unidad Municipal Administrativa (UMA) se va a ofrecer, a todo el público, esterilizaciones masivas de mascotas (gatos y perros), por lo que urgió a los dueños de mascotas a ser responsables, además de que se van a ahorrar entre 400 y un mil 200 pesos, que suele costar este tipo de intervenciones quirúrgicas.
La rescatista de animales relata la manera en que poco a poco se fue incorporando al trabajo de rescatista, primero a escondidas de su papá, que sabía no estaría de acuerdo en ello, y después de manera más abierta, hasta lograr ahora, incluso, el apoyo total de su familia.
Pero, al trabajo inmenso de promover la esterilización de los animales caseros, se suma otro mundo de necesidades, que son los perros y gatos de la calle, expuestos a todo tipo de peligros, adversidades, y riesgos; de este tipo de mascotas en el abandono nace la labor del rescatista de animales, como lo es Ana Reyes y muchas otras personas, que al igual que ella luchan por el bienestar animal.
“Ser rescatista no te da nada, más que la satisfacción de que le encontraste una casa, que cambiaste su vida”, define su oficio, y describe: “Es igual que tener un bebé humano, tienes que darle de comer cada tres horas, tienes que darle fórmulas, tienes que enseñarles a usar el arenero, estar con ellos, regular la temperatura, hay que ponerles agua caliente para que estén realizando todo, hay que checarlos a cada rato, medicarlos… O sea, es como tener un bebé humano pero peludo y microscópico”.
A diferencia del rescatista de humanos, donde surge ayuda de todos lados y de todo tipo para poner a salvó a una persona, en el caso de los rescatistas de animales en abandono o mal trato, los rescatistas terminan poniendo de su dinero y tiempo, pues al exponer un caso surgen muchas expresiones de gente que se admira de la situación difícil de algún gato o perro, atropellado o enfermo, pero hasta ahí.
Ha sido la profesionalidad, la entrega de resultados tangibles al momento de informar a los bienhechores de tal o cual caso, de animales en abandono, lo que le ha permitido a Ana Reyes, contar con ayuda económica y de toda índole al momento de lanzar cada nuevo reto que se le presenta, que por lo general no han sido fáciles.
Este día del rescatista, Ana Reyes jala la atención y pide que todos los dueños de mascotas, peros y gatos, acudan a esterilizar a sus animales, para que sea uno y no 20 ejemplares los que tengan que cuidarse y atenderse, porque las fuerzas se acaban…, y las ayudas también.